La gobernadora de Tierra del Fuego Rosana Bertone lamentó la intervención del Partido Justicialista a nivel nacional, dispuesta por la jueza con competencia electoral María Romilda Servini de Cubría.
La presidenta del PJ provincial interpretó como “dolorosa” la medida judicial que desplazó al presidente nacional José Luis Gioja para poner en su lugar al sindicalista Luis Barrionuevo con carácter de interventor.
“Es muy malo judicializar la política”, deploró Bertone, quien consideró que el nuevo estado jur´ñidico del partido puede abstruir el llamado a elecciones. “No estamos negados a nada, pero que nos dejen trabajar”. “Esta judicialización no ha sido buena”, remarcó, al vaticinar que “No vamos a poder movilizarnos con el partido intervenido”.
Bertone admitió que ha habido una crisis de corrupción dentro del partido, como también divisiones que han llevado a la situación actual: “Hemos quedado entrampados en nuestras propias divisiones”, lamentó, alentando a que “Tenemos que aceptar las diferencias de espacio y de pensamiento para volver a construir una Argentina verdaderamente justicialista”.
Enemigos íntimos
La gobernadora de Tierra del Fuego comentó que no se ha comunicado con el desplazado presidente José Luis Gioja desde que se notificó de la intervención.
Manifestó su deseo de conocer los entretelones del proceso que llevó a la decisión de la jueza Servini, sin dejar de sospechar de cospiradores dentro mismo del partido. “Quisiera saber quiénes están involucrados en esta presentación. Hay actores en la política argentina que no quieren que el partido justicialista renazca”, apuntó.
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