El Cónsul General de Chile en esta ciudad, Ministro Consejero Alejandro Rogers, pronto a dejar el cargo en manos de su sucesor, Francisco Fuenzalida, hizo un repaso de su actividad en Río Grande que duró cuatro años, saludando a la comunidad chilena, las autoridades públicas, medios de comunicación e instituciones como el propio Consulado, por el apoyo recibido en su gestión.
“Han sido casi cuatro años de una experiencia muy grata; hemos disfrutado con mi señora de la tranquilidad de Río Grande, hemos disfrutado de la hospitalidad de los argentinos, así que para nosotros ha sido realmente excepcional el paso por esta ciudad”, dijo el diplomático.
En el mismo sentido confió que “vamos a extrañar a todas las amistades que hemos hecho, tanto argentinos como de la comunidad chilena”. En relación a los hechos más destacados de su gestión, consideró que “entre los más relevantes, creo que el más importante fue el voto de los chilenos en el exterior; esa fue una tarea muy grande para la Cancillería chilena junto con el Servicio Electoral de Chile y todos los consulados en el mundo. Creo que fue un proceso exitoso, así que eso fue lo más destacable”.
Agregó que entre los otros hechos destacables “estuvo el del Encuentro Binacional del Adulto Mayor entre Porvenir y Río Grande, el Gran Premio de la Hermandad, que sin lugar a dudas es el evento deportivo más importante de la Patagonia, también tenemos el Raid Náutico; asimismo ha habido encuentros empresariales entre la Cámara Metalmecánica y empresarios de Cerro Sombrero y hubo también un encuentro de mujeres empresarias en Punta Arenas”.
Otro de los casos en los que concentró sus esfuerzos fue en el Paso Fronterizo de San Sebastián, “porque sin lugar a dudas allí se produce un cuello de botella, sobre todo en la época de vacaciones y creo que se ha avanzado algo, todavía falta y espero que en el futuro se logre la integración total en esta zona del mundo”.
Si bien no hay un número exacto, se estima que en Río Grande hay unos quince mil chilenos. “Muchos de ellos ya están nacionalizados argentinos, muchos otros están radicados hace décadas y se sienten a veces más argentinos que chilenos. Han sido personas que han venido a trabajar y han recibido todo el apoyo de los argentinos y han surgido y eso es algo que uno valora”.
El Cónsul chileno agradeció a los medios de comunicación, tanto televisivos, radiales como escritos, por su apoyo incondicional. “Cada vez que tuve que comunicar algo a la comunidad chilena, siempre encontré la disposición de los medios a cooperar con el Consulado y ojalá que con el nuevo Cónsul, Francisco Fuenzalida, que asume el 16 de febrero, también tenga la misma actitud”.
En tren de reconocimientos, Alejandro Rogers dijo: “Tengo que agradecer enormemente a las autoridades, tanto provinciales como municipales; y a otras instituciones, como por ejemplo a Gendarmería, a la Policía Federal y Provincial, a todas las instituciones que trabajaron junto con el Consulado, como Defensa Civil”. En este punto valoró mucho el trabajo institucional sobre los chilenos en situación de vulnerabilidad.
“Logré descubrir cómo los argentinos tienen arraigada la cuestión social, cómo ayudan a las personas que están en situación de vulnerabilidad, independientemente si son argentinos o de otra nacionalidad”. Agregó, en este sentido, que “a mi me ha tocado ver el caso de los chilenos, particularmente el centro San Vicente de Paul, donde su directora y todo el personal que trabaja allí tratan muy bien a los adultos mayores chilenos, lo propio el Hogar de Día que ha sido importante en esto así que son instituciones a las cuales yo agradezco lo mismo que el Hospital Regional Río Grande. Toda esta labor ha sido muy importante para mi trabajo como Cónsul”.
Asimismo valoró el acompañamiento del personal del propio Consulado “que me ha ayudado mucho en mi tarea institucional, son personas que trabajan hace muchos años aquí, son personas que conocen a la gente y que realmente tienen un trato excepcional con cada una de las personas que vienen y sabemos que atender al público no es una tarea fácil”.
Crédito nota: Ramón Taborda Strusiat
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