Cuando explicaba sobre la potencialidad productiva de la ciudad y las posibilidades de ampliación de su parque industrial, el intendente de General Pueyrredón, Carlos Fernando Arroyo, deslizó ayer una frase que le abre otro frente -uno más- de críticas y polémica para su figura: «Después (vamos a) mandar a alguna chica bonita para convencer empresarios que vengan a invertir a Mar del Plata», dijo tras enumerar mejoras proyectadas para aquel predio.
Las declaraciones del jefe comunal llegaron durante el tradicional acto de presentación del primer turista arribado a la ciudad en 2018. En contacto con los medios, se refirió a los buenos augurios para la actual temporada y el fuerte operativo de seguridad en el distrito durante este verano.
También se le consultó por casos de femicidios en el distrito y la acción del Estado ante esta problemática en alza durante los últimos años. «Los femicidios se resuelven con educación, con la eliminación del machismo que es una enfermedad tradicional en Argentina», afirmó. Prometió una campaña oficial de concientización sobre el tema.
Arroyo ya había recibido cuestionamientos por expresiones sobre este tema. Ya en su actual cargo, dijo que muchos políticos «malgastan dinero en campañas que están de moda, como la de violencia de género». En aquella oportunidad aclaró que, a su criterio, la situación se resuelve con educación.
Antecedente
No es la primera vez que el jefe comunal queda apuntado por sus manifestaciones públicas. Promediaba 2016 cuando dijo que los vecinos de la ciudad «eran felices hace 40 años», fecha que coincidía con el inicio de la última dictadura militar. Unos meses después opinó que la decisión del gobierno provincial de comenzar el ciclo lectivo sobre fines de febrero era «una burrada». Fue el detonante para una relación quebrada y hoy muy distante con la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal.
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