Los hechos vandálicos son moneda corriente en la ciudad. Amparados por la impunidad que les otorgan las leyes argentinas, los menores de edad destruyen monumentos públicos y atacan establecimientos de toda la comunidad. Sin embargo, esta vez parece que cruzaron la línea: el blanco fue un patrullero.
Se trata de un móvil policial afectado a la Comisaría Primera, que fue «graffiteado» por menores este fin de semana luego de una intervención de su personal.
Lo curioso es que los jóvenes fueron aprehendidos in fraganti mientras realizaban las pintadas. A los pocos minutos y tal como ordena el procedimiento, quedaron en libertad y fueron entregados a sus familias.
Fuera de servicio
A raíz de las pintadas, que modifican sustancialmente la carrocería del patrullero, la Policía decidió sacar de servicio el vehículo.
Así permanecerá al menos hasta que sea repintado y puesto en condiciones.
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