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Diez años después, el rompehielos Irízar se suma a la campaña antártica

Zarpará este martes del puerto de Buenos Aires. Estuvo 10 años en reparación luego del incendio que sufrió en abril de 2007. Se suma a la Campaña Antártica de Verano.

El rompehielos Almirante Irízar zarpará este martes hacia la Antártida para abastecer a las bases argentinas en ese continente.  Lo hará desde la dársena E del puerto de Buenos Aires.

Se trata de la primera misión del acorazado desde abril de 2007 cuando sufrió un incendio que casi lo destruye por completo.

Su reparación demandó una inversión de 147 millones de dólares. Además, el alquiler de los buques polares Vasily Golovnin (ruso) y Timca (holandés) para reemplazarlo significó otros 137 millones adicionales.

A fines de octubre último, el navío completó las pruebas de hielo, la instancia final que exigía su puesta a punto.

Con mayor espacio dedicado a la investigación científica y menor capacidad para transportar material y equipamiento, será necesario sumar otros buques para la campaña.

 

Adelantados

La Campaña Antártica de Verano 2017-2018 (CAV) comenzó de manera formal el 18 de diciembre cuando el aviso Estrecho de San Carlos y el transporte naval Canal de Beagle zarparon del puerto de Buenos Aires rumbo a la Base Marambio.

La misión se extenderá hasta principios de abril próximo.

Más de dos mil personas trabajan en esta campaña antártica para que los buques puedan trasladar 183 toneladas de víveres, 1.700 metros cúbicos a granel de gasoil antártico, 4.310 tambores de distintos combustibles, 822 tubos de gas y 962 toneladas de cargas generales, informó la Armada Argentina.

 

Incertidumbre

En los primeros días de diciembre, en uno de los vuelos preliminares de la campaña, un avión Hércules C-130 tuvo una falla en los reversores y al descender en Río Gallegos destruyó el tren de aterrizaje que lo dejó fuera de operaciones.

El avión había sido modernizado recientemente en Estados Unidos y participó en la búsqueda del ARA San Juan.

La falta de naves acondicionadas para operar en la Antártida en las condiciones meteorológicas propias del continente helado y las características de la pista de Marambio, instaló la incertidumbre sobre la suerte de la CVA.

Ahora, con el regreso del rompehielos Almirante Irízar el desasosiego parece comenzar a disiparse.

 

 

(Fuente: La Voz)

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