En una ceremonia protocolar, 126 diputados electos para renovar parcialmente la Cámara baja prestaron juramento en el recinto, en lo que representa el puntapié inicial de la reconfiguración del mapa político del cuerpo, con un oficialismo que gana terreno acercándose a la línea del quórum propio.
Solo una banca quedó sin dueño por el momento. Es la que en un principio le correspondía a Joanna Picetti, octava en la lista de Vamos Juntos (denominación que usó Cambiemos en la Ciudad), pero la Justicia dejó sin efecto su candidatura por denuncias en su contra maltrato familiar y otros graves tormentos contra sus hijos. Su lugar debe ser ocupado por Jorge Enríquez, pero hasta tanto la cuestión judicial no esté totalmente resuelta, la banca quedará vacía. Pese a eso, Picetti intentó ingresar al Congreso para jurar en el cargo, algo que le fue impedido.
Con la nueva conformación de la Cámara baja, Cambiemos reforzó su tropa que ahora cuenta con 106 miembros, aún lejos del quórum propio de 129. Es decir que el oficialismo deberá continuar hasta el final del mandato del presidente Mauricio Macri negociando con parte de la oposición para sancionar las leyes impulsadas por los deseos de la Casa Rosada. Se descarta que buscará apoyo en el flamante interbloque que acordaron armar gobernadores del PJ.
Ese espacio fue anunciado hace apenas horas por los gobernadores peronistas y a esos legisladores se les suman los del Bloque Justicialista, para conformar el interbloque «Argentina Federal», alineado con las estrategias de los mandatarios provinciales. Serán en total unos 35, con lo que se consolidaron como la tercera fuerza en la Cámara baja.
El interbloque cuenta con apoyo de diez gobernadores: Rosana Bertone (Tierra del Fuego), Domingo Peppo (Chaco), Sergio Casas (La Rioja), Juan Manuel Urtubey (Salta), Carlos Verna (La Pampa), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Hugo Passalacqua (Misiones), Juan Manzur (Tucumán), Juan Schiaretti (Córdoba) y Sergio Uñac (San Juan). Estará comandado por el salteño Pablo Kosiner.
En la alianza Cambiemos, el PRO se fortaleció como el espacio más representado con unos 50 diputados, frente a los 40 del radicalismo y la decena que aporta la Coalición Cívica-ARI de Elisa Carrió. En cambio, quedaron fuera de ese interbloque el exembajador en EEUU, Martín Lousteau, y su compañera de lista, Carla Carrizo, quienes junto José Luis Ramón y María Teresita Villavicencio se agruparán en una bancada propia.
Detrás del oficialismo, el bloque que le sigue en cantidad de miembros es el del FpV-PJ con unos 70 integrantes que estarán comandados por Agustín Rossi. El santafesino vuelve a una jefatura que supo cumplir con éxito durante los primeros años del kirchnerismo en el poder.
Con menor peso del que tenía hasta ahora, el Frente Renovador de Sergio Massa quedó relegado con 17 miembros y sin el tigrense entre sus filas. La estrategia legislativa de ese espacio quedará a en manos de Graciela Camaño.
Durante la sesión preparatoria también se confirmó a Emilio Monzó como presidente de la Cámara por un nuevo período, a propuesta del oficialismo. El encargado de postularlo en medio de elogios fue el radical Mario Negri y la designación contó con el respaldo unánime de los bloques. Sin embargo, le reclamaron que en 2018 se cumpla con el reglamento y se realicen las sesiones de forma ordinaria todas las semanas y no de modo especial como ocurrió este año. Tras agradecer por su reelección, visiblemente emocionado, el peronista-PRO aceptó la queja, se comprometió a corregir la situación, pero también pidió terminar con el «abuso» de las mociones de privilegio.
Por otro lado, el sanjuanino José Luis Gioja fue ratificado como vicepresidente primero, pese a que se había especulado con que el oficialismo buscaba desplazarlo y quedarse con ese lugar. Para la segunda fue designado el radical mendocino Luis Petri, quien reemplazó a Patricia Giménez. Ese puesto estuvo en duda casi hasta último momento a raíz de que un grupo de diputadas cuestionó que no fuese una mujer la elegida. No hubo caso y finalmente las cuatro autoridades de la Cámara serán hombres.
En tanto, la vicepresidencia tercera quedó para Martín Llaryora (que dejó la vice gobernación de Córdoba para asumir) como representante del interbloque Argentina Federal. Es que el flamante espacio desplazó al Frente Renovador, que tenía en ese lugar a Felipe Solá.
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