Hace sólo dos semanas, los vecinos del barrio Chacra II se despertaron entre insultos y quejas, al no contra con el normal suministro de agua potable. Al comunicarse con la Muncipalidad, las autoridades les confirmaron que no había nada extraño.
O en realidad sí, aunque no frecuente. Vándalos habían ingresado al tanque de agua ubicado en el barrio Chaca II, sobre Prefectura Naval y a escasos metros de la Escuela N° 21 y manipularon las bombas de distribución,cortando el suministro a todo el barrio. Hoy, apenas 14 días más tarde, ocurrió exactamente lo mismo.
Así lo confirmó la profesora Gabriela Castillo, secretaria de Obras Públicas del Municipio de Río Grande, que a su vez también admitió que el modus operandi de los vándalos fue el mismo: dañaron el cerco olímpico que funciona como seguridad perimetral, rompieron los candados que privan el ingreso y manipularon el sistema de los tanques, cortando por completo su alimentación y distribución.
Afortunadamente, la denuncia de vecinos y la rápida respuesta del Personal de Obras Sanitarias permitió que el daño sea menor y se logró intervenir antes de que más vecinos se vean afectados por este nuevo hecho de vandalismo contra el patrimonio de la comunidad.
Un ataque que se repite
Hace poco más de cuatro años, en enero de 2013, también se había registrado un atentado en el tanque de reserva y distribución conocido como “tanque de Dycasa”.
Llamativamente, en aquella oportunidad las autoridades municipales también habían resaltado la “maestría” con la cual los vándalos perpetraron el ataque, aunque en ese caso los daños fueron mayores.
“Quien hizo esto conocía perfectamente el lugar, actuaron con mucha precisión y se nota que vinieron directamente a dejar inoperativa la bomba de presión”, había señalado en su momento el entonces titular de Obras Sanitarias, Héctor Santillán, en clara coincidencia con lo manifestado hoy por Gabriela Castillo.
Una investigación necesaria
A pesar de que en el 2013 también se realizó una denuncia por el atentado contra el tanque de agua de Prefectura Naval, en esa oportunidad el delito quedó impune. Lo mismo ocurrió con el ataque del 7 de diciembre.
Ahora, las autoridades tienen la oportunidad de esclarecer un ataque que puso en riesgo a la población del barrio Chacra II. Es que el hecho de estar dentro de las instalaciones les podría haber permitido a los vándalos verter algún elemento o producto en el mismo tanque.
Comentarios