A primera hora de la mañana de este lunes, los propietarios de un rodado Hyundai denunciaron en la Policía que habían sido víctimas de la inseguridad que reina en estos días por Río Grande.
Sin embargo, cuando llegaron las autoridades a la calle Sabatini notaron que el panorama era por lo menos increíble: al vehículo le habían roto uno de los paneles vidriados. Hasta ahí todo normal, pero en vez de llevarse lo que encontraron a mano, los delincuentes procedieron a quitar directamente la puerta.
En el interior del rodado se podían apreciar todavía los elementos que fijaban la abertura al resto de la carrocería.
La Policía investiga lo ocurrido y perita las cámaras que existen en la zona; a la vez, toma declaración a los vecinos, ya que parece imposible que los delincuentes hayan podido romper un vidrio, sacar una puerta y darse a la fuga sin que nadie perciba lo ocurrido.
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