Roger Federer se hizo fuerte en su casa. En una final muy atractiva, el suizo se impuso ante Juan Martín del Potro en tres set (6-7, 6-4 y 6-3) y se consagró campeón del ATP 500 de esta ciudad por octava vez. Con esta caída, la Torre de Tandil complicó sus posibilidades de llegar al Masters de Londres, que reúne a los mejores ocho tenistas de la temporada.
La final cubrió las exprectativas de todos. Es que Federer y Del Potro regalaron una espectáculo brillante desde el comienzo. Muchos quiebres, puntos asombrosos y una incertidumbre que recién empezó a descifrarse sobre la mitad del último set. El suizo consiguió la victoria porque supo manejar su temple ante cada adversidad y porque, además, el calor del público le dio el empujón final.
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