La Cámara de Diputados aprobó en forma casi unánime -por 152 a 1 votos- un proyecto de ley que le da al Poder Ejecutivo la facultad de disponer de hasta tres «feriados puente» anuales.
Habían sido eliminados por Mauricio Macri, a través de un decreto, a principios de año. La noticia fue recibida de forma antagónica en el sector empresarial: mientras que el turismo festeja, la industria asegura que pierde competitividad.
El diputado y ex gobernador misionero, Maurice Closs, explicó que el proyecto de ley “busca volver a un sistema flexible que permita recuperar la posibilidad de tener más feriados que fomenten la actividad del turismo interno”.
La Cámara de Diputados sesionó ayer y aprobó varios proyectos clave (Diego Díaz)
El diputado agregó que «los meses de mayo y junio son los más difíciles para el turismo, y, justamente, los feriados de esos meses son inamovibles, por lo que en el sector turístico son críticos porque se despide gente y se cierran fuentes de trabajo».
En concreto, el proyecto establece que el Poder Ejecutivo podrá determinar hasta tres feriados o días no laborables «puente» usando, por ejemplo, los lunes o los viernes cuando haya feriados inamovibles que caigan en martes o jueves, respectivamente.
El Poder Ejecutivo tendrá que anunciar los feriados puente del año siguiente hasta 50 días antes del año en curso, es decir, durante noviembre.
Por ejemplo, en 2018 el feriado del 1° de mayo cae un martes. Entonces, el Poder Ejecutivo podría determinar que el lunes 30 de abril sea feriado, y así tendríamos un fin de semana extra largo.
La Ciudad de Buenos Aires en un día feriado (Archivo/Alfredo Martínez).
«Para nosotros es una gran alegría. Apunta a la previsibilidad de la sociedad y del empresariado en su conjunto el hecho de que se ordenen casi 14 leyes y 2 decretos» que había vinculados a los feriados, dijo a Clarín Fernando Gorbarán, vicepresidente de la Cámara Argentina de Turismo (CAT).
«Creo que el Senado debería tratarlo rápidamente para poder darle la herramienta al ejecutivo de que pueda ya definir para el próximo año el calendario», agregó.
«Es un tema que veníamos reclamando, más que nada por el pedido de las cámaras de turismo provinciales. Para ellos es muy importante poder contar con los feriados puente», continuó Gorbarán.
Indicó que para algunos destinos un fin de semana largo puede significar tener un punto de equilibrio en su actividad económica. «Si no existe esta posibilidad, la gente no se traslada», grafica.
«El Poder Ejecutivo puede definir si es feriado o día no laborable. Eso tiene un impacto en el desarrollo de la actividad comercial, por el tema de los costos que implica a los empresarios tener que abonar mayor costo laboral», agrega Gorbarán.
Según la Ley de Contrato de Trabajo, en los días no laborables el trabajo será optativo para el empleador –salvo en bancos, seguros y actividades afines– y los empleados reciben un salario simple. Por el contrario, en los feriados rigen las normas legales sobre el descanso dominical.
Caos de tránsito en Mendoza por un fin de semana largo (Archivo/Delfo Rodríguez)
Dentro de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) las opiniones están divididas.
«Hay sectores que son más proclives al fin de semana largo, como los turísticos. Pero en la industria lo ven como algo negativo porque es un extra costo laboral, en particular para los sectores que exportan y aquellos que compiten contra la importación», señaló el vocero.
«Si sos una empresa exportadora, tenés compromisos que asumir, tenés que exportar. Si te ponen un día no laborable, no podés parar, tenés que seguir trabajando. Entonces te afecta», agregó la fuente.
Respecto a las ventas, desde la CAME sostienen que, por lo general, el impacto es positivo en los fines de semana largos y que los últimos feriados anduvieron bien en ventas.
El éxodo turístico no afecta las ventas porque «Buenos Aires es emisora, pero también receptora. Hay gente del interior que viene. El público se renueva y también consume», sostienen.
El proyecto podría generar debate en el sector educativo, ya que puede estar en riesgo la cantidad de días de clases que tendrán los chicos.
Al respecto, Gorbarán asegura que «siempre la actividad turística ha planteado la prioridad en la educación. Nosotros apoyamos totalmente la exigencia de los 180 días mínimos de clase para los chicos.
Eso tiene que ser así. Esto simplemente ayuda a ordenar el calendario: o los chicos empezarán antes, o terminarán después», señaló. Clarín se puso en contacto con el Ministerio de Educación para conocer su postura, pero hasta el momento no obtuvo respuesta.
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