Los cuatro integrantes de la familia Yañez, afectados por una explosión que destruyó su casa, se recuperaban este domingo en el Hospital Regional Río Grande donde fueron asistidos después del siniestro.
El accidente acaeció el pasado sábado por la noche cuando una brutal deflagración sacudió la calma de la vivienda designada como casa 667 de la calle Sin Nombre en la zona conocida como “barrio de la UOM”, a la vera de la avenida de Circunvalación.
Miguel Angel Yañez (46), su hermano Daniel Yañez (48), su esposa Yagaira Vázquez (33) y una menor de edad, de 12 años, fueron rescatados con traumatismos diversos y principio de quemaduras, lesiones de las cuales se recuperaban satisfactoriamente en el área de internación del Hospital Regional. La más comprometida, según el informe médico extraoficial, es la mujer mayor de edad, quien sufrió quemaduras de primer grado en varias zonas del cuerpo.
En la mañana del domingo, técnicos de la División Bomberos de la Policía de la Provincia efectuaron las pericias de rigor a fin de determinar las causales del siniestro. En tal sentido, radiofueguina.com pudo averiguar que se determinó que existían pérdidas de gas en la instalación por la mala conexión de una cocina. Aparentemente, el horno de la unidad habría acumulado parte del fluido suministrado desde un tubo ubicado en el exterior, hasta provocar la poderosa deflagración que por milagro no derivó en una tragedia.
Panorama desolador
En la mañana del domingo, y mientras los técnicos de Bomberos realizaban las primeras prácticas periciales, la luz de día permitía observar en toda su magnitud la dimensión de la terrible explosión.
Muebles y enseres del hogar, habían volado por los aires tras el estruendo, quedando algunos yacentes en la vereda. Puertas y ventanas habían sido arrancadas de cuajo en su totalidad. En el sector posterior una puerta de PVC frenó su trayectoria contra un muro tras volar unos 15 metros.
La imagen más impresionante, sin embargo, es la del techo, arrancado en varias partes y levantado por la fuerza expansiva a pesar de ser parte de una sólida construcción.
A unos diez metros de altura, el plato deformado de lo que fue una antena de televisión daba otra imagen patética de la violencia de la explosión.
Personal policial custodiaba el inmueble, en tanto se aguarda que el juez de Turno, Daniel Césari Hernández ordene la restitución de la propiedad a sus titulares.
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