El tratamiento de efluentes domiciliarios inicia en Río Grande una etapa de experimentación con sistemas alternativos para zonas que no cuentan con red. Un primer grupo de biodigestores serán puestos en lo inmediato bajo prueba piloto para probar su eficiencia.
El subsecretario de Producción y Ambiente del Municipio, Mariano Zulueta, informó que se adquirieron cuatro biodigestores para analizar su funcionamiento en edificios que no tienen acceso a la red cloacal.
“Vienen siendo usados en el mundo hace tiempo”, subrayó con entusiasmo el funcionario, al anunciar que la innovación llega ahora a nuestra ciudad.
En diálogo con ((La 97)) Radio Fueguina, el funcionario municipal explicó que fundamentalmente “se trata de un sistema novedoso para nuestra ciudad que consiste en un tanque especial que se entierra a nivel del suelo y que actúa como filtro de los desechos cloacales que salen de la vivienda”.
“El dispositivo está pensado para reemplazar al famoso pozo ciego”, dijo y subrayó que “el biodigestor, al contener bacterias vivas y un filtro interno evita que se produzcan desbordes y principalmente contaminación en las napas del suelo, porque las aguas residuales que genera son absolutamente inocuas”.
“Genera un filtro más al agua que va a ir a las cloacas”, remarcó Zulueta.
Biodigestores bajo observación
El plan tendrá una etapa experimental en la zona de chacras, para luego extenderse a nuevos núcleos urbanos desprovistos del sistema cloacal.
Asimismo, el funcionario resaltó que “lo bueno que tiene el biodigestor además, es que es muy económico y que una vez que se complete la infraestructura cloacal, no es necesario retirarlo ni realizar ningún trabajo especial sino que se conecta directamente a la red”.
Finalmente, Zulueta indicó que “la prueba la realizaremos en el edificio del Centro de Interpretación de la Reserva Costa Atlántica y en algunas chacras donde no tenemos acceso a la cloaca, y si esto funciona bien será una excelente alternativa para cuidar mejor nuestro medio ambiente”.
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