El padre de Sofía, Fabián Herrera, dialogó con Radio Fueguina desde su domicilio, cuando las palas aún trabajaban sobre el terreno blando de su patio.
“Tendría que estar haciendo carteles”, dice Fabián, admitiendo quizás que este trabajo es una pérdida de tiempo. Es que después de meses, terminó accediendo a los ruegos de María Elena para despejar dudas respecto a la hipótesis que instaló una mujer que asegura ser vidente: la de que ellos mataron a Sofía y la enterraron en su patio, al lado (o debajo, depende la versión) de la parrilla.
Fabián explica por qué terminó cediendo: “Es ella (por María Elena) la que está sentada en una computadora y soporta todos los venenos y la bronca, la gente le dice barbaridades, y yo le digo ´te vas a terminar enfermando´”.
“Es para dejar conforme a cierta gente; córtenla”, pide el padre de la pequeña desaparecida en el 2008, que deja en claro que con María Elena “somos un matrimonio, somos los padres de Sofía y la vamos a seguir buscando hasta el final”.
También mira la parrilla de reojo y recuerda un pedido recurrente de Giuliana, su hija más pequeña: “Siempre pregunta y nos dice cuándo va a volver Sofía y pregunta por qué le hacíamos asado a Sofía y a ella no”. Toma aire y promete: “Este fin de semana o el otro le voy a hacer un asado”.
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