Es moneda corriente encontrar quejas y reclamos de los miles de turistas que visitan Ushuaia por la pésima calidad de sus servicios: es que al insoportable olor a residuos que desprenden las cloacas de la capital provincial, se suma el agua que reciben los vecinos, que normalmente no cumple con eso de «incolora, inodora e insípida».
Sin embargo, en las últimas horas la calidad de este servicio esencial quedó envuelta en una verdadera polémica, luego de que el empresario Gustavo Ventura desafiara, a través de Facebook, al titular de la Dirección Provincial de Obras y Servicios Sanitarios (DPOSS), Guillermo Worman, a que grabe a sus hijos bebiendo un vaso de agua residencial.
Gobierno asegura que, a pesar del color, el agua es potable
La provocación llegó luego de que el Gobierno enviara un comunicado oficial informando que la coloración «no afecta la calidad bacteriológica del agua, siendo la misma potable y apta para el consumo humano».
Asimismo, la gacetilla señalaba que «el color que se observa es producto de la calidad del agua cruda, la cual varía en época de deshielo y/o lluvias intensas como las de la última jornada, debido a la presencia de turba en la cuenca de nuestros afluentes».
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