Omar Lemul nació el 7 de julio, pero el 28 del mismo mes celebra su segundo nacimiento. No lo cuenta orgulloso, aunque a otro se le pueda inflar el pecho por haber salvado a su familia; sabe que la entrevista de hoy sólo la puede dar porque la fortuna estuvo de su lado.
Hace apenas 3 días, el vecino radicado en Ushuaia debió pelear «mano a mano» con delincuentes armados en la localidad de Caleta Olivia, donde reside su hermano y parte de su familia. Y todo quedó registrado a través de las cámaras de seguridad de la vivienda.
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El terror en primera persona
«Entran tres personas, todos ellos armados; uno de ellos va a ver si hay alguien más, circula por un pasillo y llega a la habitación», relata Omar Lemul, que admite recién logra articular palabra hoy, tres días después de lo ocurrido.
En ese momento, Omar decide plantarse al asalto: vociferando contra los delincuentes da pelea, pega un puñetazo y se defiende ante el embate de los violentos. Todo delante de su pequeño sobrino, que apenas atina a taparse los oídos.
Un Dios aparte
En el medio de la trifulca, uno de los delincuentes armados decide poner fin a la pelea: toma el arma y, a quemarropa, le dispara a Omar Lemul.
La bala, a pesar de la poca distancia a la que fue detonada, apenas le roza el brazo a Omar, quien sigue con su intento de repeler la embestida de los malvivientes y lo logra: los echa del domicilio.
No contento con su proeza, también los persigue, tal como muestran las cámaras de seguridad del lugar. «Los corro 50 metros, pero había un auto esperándolos», relata.
Vivir la inseguridad
«Para mí todo esto es anormal, solamente nací en Caleta Olivia y mis padres en ese momento decidieron ir a Río Negro; con los años me fui a Ushuaia», relata el vecino de la capital provincial.
Sin embargo, reflexina y dice «no puedo hacerme el desconocido» ante estos hechos de inseguridad: «Sé que mi familia y mi entorno y muchas otras personas están sujetas a esta realidad.
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