El Juzgado de Instrucción N° 1 de Río Grande, a cargo de Daniel Césari Hernández, dio a conocer hoy el resultado de la pericia psiquiátrica realizada a Verónica Contreras, la mujer que se presenta como “vidente” y que ha tenido un rol mediático relevante por su participación en el caso de la desaparición de la menor Sofía Yasmín Herrera.
El 28 de setiembre de 2008, Sofía se alejó de la vista de sus padres cuando se encontraban en el camping John Goodall (a sesenta kilómetros de Río Grande) y desde entonces su paradero es un verdadero misterio, sin pistas de lo que pudiera haber sucedido con ella.
A pesar de que el expediente judicial no los incrimina de ningún modo, los padres de Sofía, Fabián Herrera y María Elena Delgado, fueron puestos bajo sospecha por un grupo influido por las reiteradas imputaciones de Contreras, que los acusa (amparada en supuestas “visiones extrasensoriales”) de haber dado muerte a la niña y haberla enterrado en el patio de su casa.
Las acusaciones de Conteras, desestimadas de plano en el fuero judicial, tuvieron eco a partir de sus continuas publicaciones en las redes sociales y de las reiteradas entrevistas concedidas a al menos dos medios de prensa de Ushuaia, aun después de que los estudios científicos confirmaran la mendacidad de los dichos de la presunta “vidente”.
El caso fue llevado a la Justicia por los propios integrantes de la familia Herrera, que pidieron una mordaza para Contreras y sus seguidores e instigadores. Dicha medida se dispuso, aunque por plazo limitado, y de todos modos nunca fue acatado por la adivinadora, que continuó con sus ataques mediáticos contra los Herrera.
En noviembre, y después de un “escrache” encabezado por Conteras) el exjuez de Instrucción Eduardo López procedió a ordenar el allanamiento de la vivienda de Contreras, secuestrando teléfonos y computadoras y ordenó sobre los mismos un peritaje que nunca fue llevado a cabo por el servicio especializado del Poder Judicial.
La inacción judicial y el acrecentamiento de los ataques llevó a los Herrera abrir su casa al periodismo y permitir una excavación en el patio donde supuestamente se pretendía esconder el presunto crimen. Obviamente, el operativo tuvo resultado negativo.
Frente a todo ello, el abogado de los padres de Sofía pidió una nueva pericia, buscando determinar de forma definitiva el estado de salud mental de Verónica Contreras, el que arrojó un resultado contundente, que necesariamente deberá tener efecto en futuras medidas judiciales.
El estudio anterior
El informe realizado en noviembre del año 2016 bajo la firma del forense Perez Artaso señalaba que Contreras presenta un «pensamiento de curso normal con contenido anómalo, con ideas de perjuicio e ideas sobrevaloradas». Además, el estudio indicaba que «la carga afectiva puesta en el grupo de ideas que dieron origen a la versión que se menciona en autos es intensa, pasional».
Además, la pericia del forense concluía que Contreras presenta: «Un cuadro de sicosis que podría explicar, desde el punto de vista psiquiátrico, el haber sostenido durante tantos años una versión sobre los hechos vinculados a la desaparición de la menor Sofía Herrera, que judicialmente fuera descartada hace mucho tiempo».
El nuevo estudio, más contundente
La nueva investigación sobre la psiquis de Contreras revela que la mujer presenta «ideas patológicas persistentes que la apartan de la realidad» y que «forman un conjunto sistematizado, es decir que en apariencia no impresionan como bizarras o desorganizadas».
Asimismo, indica que estas ideas «se sostienen con intensidad, tenacidad y convicción por la fuerza afectiva (pasión) que las impregna» y concluye: «Presentaría una alteración morbosa de sus facultades mentales que le impedirían comprender la criminalidad de sus actos y/o dirigir sus acciones».
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