La intendenta de la localidad correntina de San Cosme, Verónica Morales, fue acusada hoy de corrupción por su padre, quien la acusó por el supuesto cobro de obras que no se realizaron, según dijo hoy en declaraciones a la prensa.
«San Cosme debe ser el antro de corrupción más grande que tiene la provincia», dijo hoy el dirigente Eduardo Morales, padre de la intendenta, a quien acusó de «quedarse» con fondos para obras de infraestructura y de equipamiento en la localidad, distante 35 kilómetros de la capital correntina.
Según dijo a la prensa local, el municipio recibió $325 mil para comprar una camioneta para los bomberos y «no hay cuerpo de bomberos en San Cosme. «Mi hija, la intendenta, recibió la plata: hay fotos de cuando le entregaron el cheque que vino de Buenos Aires junto con recursos para 20 localidades», lanzó.
Morales, quien fue electo concejal en 2015 por el partido Encuentro Liberal, pero no asumió debido a un conflicto institucional en el municipio, además acusó a su hija de ser responsable de la falta de obras que fueron cobradas por certificaciones presuntamente adulteradas.
Corrupción en San Cosme
La denuncia de corrupción en San Cosme alcanza también a los concejales del pueblo. «La que se quedó con el dinero es mi propia hija, pero acompañada por supuesto de los concejales», extendió sus acusaciones el dirigente esta mañana, en declaraciones al programa «Algo por decir» de FM Sudamericana.
Eduardo Morales fue electo concejal en 2015 por el partido Encuentro Liberal, pero no asumió por un conflicto institucional en la municipalidad, informó la agencia Télam. El hombre también acusó a su hija de ser responsable de la falta de obras que fueron cobradas por certificaciones presuntamente adulteradas.
«La que se quedó con el dinero es mi propia hija, acompañada de los concejales», insistió el dirigente en conversación radial con FM Sudamericana.
Y afirmó que tiene pruebas de lo que denuncia: «Acá trajeron las cloacas, se cobraron y no hay un metro de cloacas. Se habían conseguido en Buenos Aires por gestiones del exlegislador nacional Fabián Ríos. La obra fue adjudicada a los constructores José Infrán y Walter Tomsich, que hicieron 200 metros de cañerías. Pero resulta que se comieron toda la plata. No los ingenieros, sino el municipio», concluyó.
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