Ayer por la tarde, y tras años de debates, discusiones y entredichos, el Concejo Deliberante acordó la unificación de las los servicios de taxis y remises, que supone además una suba en las tarifas de ambos.
A pesar de que esto podía suponer el fin de una disputa histórica en nuestra ciudad, ya desde esta mañana quedó en claro que la enemistad entre estos trabajadores del volante no será solucionada en el ámbito parlamentario.
Es que los remiseros de la empresa Islas Malvinas ya adelantaron que no van a aumentar la tarifa y dejaron en claro que no atenderán lo dispuesto por el Concejo Deliberante, ya que ellos mismos adecuan sus precios de acuerdo a las necesidades de los trabajadores y la propia agencia.
«No está para aumentar la tarifa, si aumentamos la gente no va a tomar el remis: es perjudicial», indicaron, y pusieron encima de la mesa eternas dicusiones entre las partes: «Quieren igualdad (los taxistas), pero el concepto de igualdad lo tiene atrofiado».
Es que los trabajadores del remis entienden que la mayor parte de los beneficios de acuerdo a las normativas vigentes son para los taxistas, que tienen la posibilidad de apostarse fuera de lugares con gran concurrencia de público y detener a tomar pasajeros en la vía pública. Ellos, en tanto, deben aguardar una llamada desde la agencia.
«Perdieron la calle»
En el marco de estas diferencias, el vocero de los remiseros de la agencia volvió a la carga con duras acusaciones contra los trabajadores de taxis, y los acusó de haber perdido parte del negocio por haber privilegiado ser operarios en las empresas electrónicas: «Los taxistas perdieron la calle porque se fueron a las fábricas».
«Ellos tienen todo», indicaron, e insistieron con que no aplicarán una medida que entienden «perjudicial» para el negocio, al tiempo que reconocieron que su opinión no tiene validez para el resto de las agencias de remises, que sí acordaron unificar las tarifas con los taxis.
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