En septiembre de 2016, y tras protagonizar un nuevo escándalo, el juez Eduardo López ordenó allanamientos en la vivienda de Verónica Contreras, autoproclamada vidente, quien desde hace tiempo afirma (sin pruebas físicas) que Sofía fue asesinada por sus propios padres y enterrada en su misma vivienda.
Los allanamientos, según explicó el magistrado a Radio Fueguina, respondían a la intención de identificar quién es Verónica Contreras y qué intereses la mueven a realizar dichas afirmaciones.
Para tal motivo, y por requerimiento del fiscal de la causa, que existe al menos desde mayo, se procedió al secuestro de elementos de computación y telefonía celular.
Asimismo, se le impusieron restricciones a Contreras por el bochornoso espectáculo protagonizado por ella y al menos otras tres personas, quienes increparon en ese momento y agredieron a los padres de Sofía Herrera al grito de “asesinos”.
Sin embargo, eso no fue todo: también se le ordenó realizarse estudios psiquiátricos para saber por qué afirma, desde hace tiempo, que Sofía Herrera fue ultimada por su propia familia. Los resultados de dichas pesquisas, hoy se hacen públicos.
La «vidente» padece un cuadro de psicosis
De acuerdo al informe presentado por el médico psiquiatra forense del Poder Judicial, Jorge Pérez Artaso, Verónica Contreras padece «un cuadro de psicosis», y recomienda para ella la búsqueda de apoyo psicológico.
También se señala que las causas del ensañanamiento de esta mujer para con la familia Herrera se debe a «factores externos» que derivan en la persecución y obsesión hacia sus integrantes.
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