En el país se roban diariamente un promedio de cinco mil celulares, lo que equivale a unos 228 por hora, según datos de la Cámara de Agentes de Telecomunicaciones Móviles de Argentina (CATEMA).
Además, continúa el negocio de la reventa de equipos en el mercado negro, alimentado por los propios ciudadanos que compran los aparatos incluso conociendo su origen ilícito y la ausencia de controles rigurosos de los organismos gubernamentales.
En diálogo con el Diario Popular, Jorge Giordano, gerente de la Cámara de Agentes de Telecomunicaciones Móviles de Argentina (CATEMA), contó que «el problema con los robos de teléfonos celulares, con un promedio diario de 5.000 equipos o 2.000.000 anuales, lo venimos teniendo desde hace varios años y se trata de una situación que requiere del compromiso de la sociedad entera».
«Tenemos un verdadero lío en el microcentro con los robos, en su mayoría arrebatos callejeros de celulares. Las bandas mandan a chicos de muy corta edad a robar celulares», señaló una fuente de la Policía de la Ciudad.
Dijo el titular de CATEMA: «Lamentablemente, hay espacios en la ciudad donde tenemos que saber que las posibilidades de que nos roben el equipo celular son altísimas, como el microcentro, las Avenidas Rivadavia y Corrientes, entre otros».
La industria creciente de los celulares robados
«Se generó una verdadera industria alrededor de los teléfonos robados, entonces las bandas organizadas requieren de mercadería todo el tiempo, necesitan abastecerse», aseguró.
Las autoridades del Ministerio de Seguridad de la Nación trabajan desde hace más de un año, junto a empresas y organizaciones del sector de las comunicaciones, para tratar de generar modificaciones y que descienda la cantidad de hechos, aunque por el momento, el objetivo parece estar lejos de resolverse.
«Las reuniones entre los distintos actores las venimos realizando y son muy positivas.
Creemos que es necesario un mayor control de los aparatos. Las fuerzas de seguridad tienen un mapeo clarísimo de los lugares de acopio de celulares robados, desbloqueo y posterior reingreso al sistema comercial, mayormente desde cuevas ilegales», dijo Giordano.
Buenos Aires, NA.
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