El caprichoso calendario permitió que tan sólo tres días después de definirse la final de Copa, Barça y Alavés se midiesen en Mendizorroza.
Y el ensayo general resultó una exhibición de los azulgranas, que destrozaron al equipo vitoriano con una goleada abusiva.
El Barcelona aplastó al Alavés, volvió a ser un equipo avasallador y se tomó la revancha del encuentro de la primera vuelta, en el que el Alavés conquistó el Camp Nou.
Los goles de Luis Suárez, Neymar, Messi, Rakitic y Alexis en propia portería bajaron de la nube en la que viven desde el miércoles a los vitorianos y, de paso, mandaron un serio aviso al Real Madrid.
Por muchos motivos el duelo en Mendizorroza era de vital importancia para el Barça. No solo para presionar al líder de la competición o para asustar a su futuro rival copero, sino porque el equipo de Luis Enrique necesitaba reencontrarse con su mejor juego tras el decepcionante duelo ante el Atlético de Madrid. Pocas veces se había visto al técnico tan decepcionado con los suyos como tras el encuentro de Copa, por eso el mensaje de los azulgranas debía ser enérgico.
Fiel a la práctica habitual de toda la temporada, las rotaciones volvieron a estar presentes en el once. La defensa teóricamente titular descansó en un partido en el que Luis Enrique entendió que más importante sería el ataque que la retaguardia. Volvió Busquets tras su lesión e Iniesta se quedó en el banquillo, con la mente puesta en el duelo ante el PSG del próximo miércoles.
Al comienzo del encuentro no quedó claro si era la velocidad del balón del Barça o la estrategia de Pellegrino, técnico local, lo que hizo al Alavés defender en la frontal de su área.
Pero antes de la media hora quedó claro que era el equipo vitoriano el que había concedido la iniciativa para salir al contragolpe con peligro. Lo hizo de forma sensacional Theo Hernández con una cabalgada por la derecha que retrató a Digne, incapaz de detener al canterano atlético. Pero Ter Stegen apareció para solucionar el primer contratiempo serio.
Por una vez el Barça logró dominar el encuentro desde el inicio, pero esa superioridad posicional debía traducirla en ocasiones y, sobre todo, en goles. Los azulgranas comenzaron a escudriñar profundamente el laberinto que con tanto esmero ha construido esta temporada Pellegrino. Messi fue el más activo junto a Aleix Vidal en el inicio. Ambos probaron a Pacheco antes de la media hora.
? Rakitic: «Hemos hecho uno de los mejores partidos de la temporada». Las reacciones de los jugadores: https://t.co/0lyNpdgGZQ #AlavésFCB pic.twitter.com/Oq6i28YbVc
— FC Barcelona (@FCBarcelona_es) 11 de febrero de 2017
Llegan los goles
Con el paso de los minutos el partido se trasladó definitivamente al área del Alavés. Y con el esférico allí, era cuestión de tiempo que el tridente azulgrana viese portería. El primero en hacerlo fue Luis Suárez, que embocó un centro magnífico de Aleix Vidal desde la derecha. Un minuto después del primero llegó el segundo. De nuevo Luis Suárez apareció en la pelea en el área para de rebote asistir a Neymar, que no perdonó a puerta vacía.
Todavía Messi no había dado un paso al frente con la contundencia que acostumbra y el Barça ya ganaba 0-2.
Pellegrino intentó que su ejercitó no se viniese abajo y les permitió salir de la cueva. Sin embargo, los azulgrana, excelsos durante toda la tarde, demostraron su versatilidad y penalizaron los espacios que dejaron los vitorianos en defensa.
En tan sólo ocho minutos el Barça, gracias a un Messi desatado, marcó hasta cuatro goles para sentenciar el partido y destrozar por completo la moral al Alavés.
De esta forma, Barcelona reúne 48 puntos y salta a la cima del torneo, al menos hasta que el líder Real Madrid (46), que tiene dos cotejos postergados, enfrente a Osasuna (10)
Messi, goleador histórico del club, lidera la tabla de artilleros junto con su compañero de ataque, el uruguayo Luis Suárez, con 16 anotaciones, seguidos por el crack portugués Cristiano Ronaldo que ostenta 13.
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