“En la tierra Paz a los hombres amados por Dios” es el título del documento en el que los obispos patagónicos también rechazan la “cosificación” de la mujer y la violencia que se ejerce sobre ella.
En el texto afirma que “sabemos bien que la violencia genera más violencia. ¡No cometamos este error! Si queremos salvaguardar decididamente los derechos de cada persona y la igual dignidad de cada uno sin discriminación, el camino verdadero y lleno de esperanza para superar diferencias y conflictos no será nunca el de la violencia sino el del respeto, el diálogo, el encuentro fraterno”.
Sostiene además que “conflictos los habrá siempre. Algunos son propios y normales en la convivencia y se pueden resolver rápidamente. Otros, en cambio, son graves y preocupantes. Surgen por tratar al otro no como ‘alguien’, como una persona, con la misma dignidad que uno mismo, sino como si fuera ‘algo’, una cosa de la que puedo disponer según mi arbitrio, hasta llegar al extremo inhumano de negarle el derecho a la vida”.
El afán desmesurado de “tener”
“Tantos hechos hoy de ‘violencia de género’ ponen en evidencia esta actitud que ‘cosifica’ a la mujer. Dígase lo mismo de cualquier atentado contra la vida humana. También genera conflicto el afán desmesurado de ‘tener’ y la búsqueda insaciable de ‘rentabilidad económica’, lo cual impide que ‘la casa sea de todos’ «, aseguran.
Los obispos también señalan que “de esta manera muchos no tienen garantizado su derecho a trabajar, a vivir en su casa y su propia tierra. Otra fuente de conflictos está en ‘la desidia y la corrupción’ ante las responsabilidades propias que cada uno tiene hacia los demás, sea a nivel familiar, social o religioso”.
Destacan que “la Navidad nos invita a emprender cada día el camino de la no discriminación y de la aceptación del otro cuando piensa y actúa distinto, y esforzarse en el cumplimiento serio de nuestro trabajo y deberes para con los demás”.
Suscriben la declaración Virginio D. Bressanelli (Obispo de Neuquén), Fernando Croxatto (Obispo Auxiliar de Comodoro Rivadavia), Marcelo A. Cuenca (Obispo de Alto Valle del Río Negro), Juan José Chaparro (Obispo de San Carlos de Bariloche), Miguel Ángel D’Annibale (Obispo de Río Gallegos), Joaquín Gimeno Lahoz (Obispo de Comodoro Rivadavia) Esteban M. Laxague (Obispo de Viedma), José Slaby (Obispo de la Prelatura de Esquel), Fernando M. Bargalló (Obispo emérito de Merlo-Moreno), Miguel E. Hesayne (Obispo emérito de Viedma), Marcelo A. Melani (Obispo emérito de Neuquén), Néstor H. Navarro y José Pedro Pozzi (obispos eméritos de Alto Valle del Río Negro) y Juan Carlos Romanín (Obispo emérito de Río Gallegos).
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