Senadores del bloque del Frente para la Victoria (FPV) anticiparon que no apoyarán la reforma electoral que impulsa el Poder Ejecutivo, que fue aprobada en la Cámara de Diputados.
Hoy se celebró una reunión de gobernadores de seis provincias con los senadores del kirchnerismo, convocada por el jefe el bloque, Miguel Ángel Pichetto. El encuentro terminó a las 14.30 e incluyó la presencia de la gobernadora de Tierra del Fuego, Rosana Bertone, para definir una postura común respeto a la propuesta de reforma electoral impulsada por el gobierno nacional. Y si bien afirmaron que informarán de su postura en un comunicado, trascendió que plantearían algunos cambios en el proyecto.
Los gobernadores llegaron al Senado en un escenario nada auspicioso para las aspiraciones de la Casa Rosada. Como informó LA NACION, en la noche del martes, el bloque que conduce Miguel Pichetto protagonizó un áspero debate y quedó claro que una importante mayoría de la bancada pretendía hundir el proyecto.
La reunión de estaba convocada a las 12, en el salón Manuel Belgrano del edificio anexo del Senado.
El bloque de senadores del FPV declaró la «imposibilidad» de apoyar el proyecto tal cual fue aprobado por Diputados y apenas si se compromete a «seguir analizando herramientas» para mejorar el sistema electoral.
El pronunciamiento es el resultado de la fuerte resistencia a la reforma electoral de la mayoría de los gobernadores que concurrieron ayer al Senado a dar su opinión sobre la iniciativa. De las 10 provincias representadas, apenas dos (Entre Ríos y Tierra del Fuego), dieron su visto bueno a la boleta electrónica que impulsa el Gobierno.
El resto de las provincias manifestó su rechazo al voto con chip electrónico. A la cabeza de la rebelión y en contra de darle a la administración de Mauricio Macri su ansiada reforma electoral se pusieron los gobernadores Carlos Verna (La Pampa) y Gildo Insfrán (Formosa).
La discusión interna se saldó en poco más de dos horas de debate de la que participaron 37 de los 41 senadores del FPV y 10 provincias. Además de Insfrán y Verna, estuvieron los gobernadores Gustavo Bordet (Entre Ríos), Lucía Corpacci (Catamarca), Rosana Bertone (Tierra del Fuego), Sergio Casas (La Rioja), Sergio Uñac (San Juan); los vicegobernadores de Santa Cruz, Pablo González, y de Santiago del Estero, José Néder, y el secretario de Gobierno del Chaco, Horacio Rey.
Al término de la reunión nadie formuló declaraciones, tras lo cual se distribuyó un comunicado de cinco puntos que, en términos diplomáticos, es el certificado de defunción del proyecto más codiciado por el Gobierno.
En el primer punto se establece de manera taxativa «la imposiblidad del apoyo al proyecto tal cual fue aprobado por Diputados». La postura se basa en el testimonio de los «expertos informáticos» y sus explicaciones sobre «la alta vulnerabilidad de algunos de los métodos propuestos».
Tras manifestar la «valoración positiva de incorporar de manera gradual tecnología» y destacar la necesidad de que «todo proceso de reforma en cuanto a la forma de votación de los argentinos cuente con el consenso y acuerdo de las distintas fuerzas políticas», los senadores terminan por demorar el proyecto del Gobierno sin una fecha de efectivo tratamiento.
«En conclusión, el bloque seguirá analizando herramientas que permitan mejorar el sistema electoral», sostiene el último punto del comunicado.
Fuente: La Nación
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