“Es parte de un proyecto de larga data. Hace años se viene trabajando en esto, para conseguir un financiamiento internacional para evaluar la posibilidad de restaurar los ambientes fueguinos, con la erradicación de esta especie exótica”, explicó el profesional.
Indicó que “han sido seleccionadas entre siete y nueve áreas demostrativas que abarcan prácticamente toda la provincia. Se buscó que haya condiciones de estepa, pasando por el ecozono al bosque cordillerano, y que estén representadas las situaciones de tenencia de la tierra: hay experiencias que se van a hacer dentro de reservas provinciales, dentro del parque nacional Tierra del Fuego y en estancias que son de propiedad privada”, dijo.
Advirtió que el castor “es una especie que genera un impacto importante, pero no es la única”, si bien en esta oportunidad se apunta a la erradicación para ver “si tenemos factibilidad de encarar la restauración dentro de estas áreas restringidas, que no son pequeñas, para evaluar cuánto esfuerzo demanda, cuántos fondos hay que destinar, ycuáles son las limitaciones logísticas que podemos enfrentar. Si este proyecto es exitoso, pensamos en ampliar la escala al resto de la superficie provincial”, adelantó.
Aclaró que las áreas privadas están al tanto del programa y “es algo en que se viene trabajando hace mucho tiempo. Tomó fuerza cuando hubo indicios de la presencia del castor cruzando el Estrecho de Magallanes, con la amenaza a los bosques continentales. Esto fue un motivo de alarma muy importante que hizo que se aceleraran los tiempos”.
Respecto del personal que estará a cargo de la tarea, dijo que hace tiempo se viene trabajando “con la formación de restauradores ambientales, porque no buscamos cazar castores sino restaurar el bosque fueguino. Por eso se van a medir un montón de indicadores de la calidad de suelo de los embalses, la cantidad de árboles que se recuperen, la capacidad de regeneración del bosque fueguino. Esto se hace a través de la eliminación de la especie pero el fin último es restaurar el bosque”.Además el Director de Áreas Protegidas manifestó que un castor “puede cortar un árbol pequeño en horas y un árbol grande en días, hablamos de árboles de 100, 150 años de vida”, dijo, al tiempo que agregó que a “diferencia de lo que pasa en Canadá, donde los árboles vuelven a crecer, la lenga no rebrota, acá estos troncos delgados y grises, estáticos y con el agua al cuello, son los brazos en alto de los árboles que murieron ahogados cuando los castores alteraron la escena, o sea voltearon árboles de ribera, provocaron el desborde de los arroyos, inundaron todo”, sentenció.
Con información de Minuto Fueguino
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