Esta mañana, el Hospital Regional Río Grande vivió una de sus horas más convulsionadas. Mientras Radio Fueguina denunciaba la falta de salubridad en las instalaciones, varias reuniones se desarrollaban a puertas cerradas entre los directivos del nosocomio y los gremios que tienen representación en el mismo.
Horas más tarde, trascendió que la cúpula directiva del Hospital había renunciado, a solicitud del ministro de Salud, Dr. Marcos Colman, quien habría tenido la expresa orden de la gobernadora Rosana Bertone de cambiar a quienes dirigen la sanidad pública en Río Grande.
Sin embargo, nada de esto ocurrió. Según pudo averiguar Radio Fueguina, la única que dejó su cargo fue la Dra. Herrera (directora médica), pero el hecho ocurrió la semana pasada y por cuestiones personales. La renuncia fue aceptada, como era de esperarse, con celeridad.
La situación en el Hospital
A pesar de que el propio Romero desmintió su renuncia, sí reconoció las discusiones que a diario mantienen los directores con los gremios que operan dentro del Hospital.
Sin embargo, lo de hoy se trata sólo de un botón de muestra, ya que desde hace tiempo el nosocomio local se encuentra en un verdadero estado de anarquía, que no pudo ser solucionado por quienes lo encabezaban.
Sólo a modo de ejemplo, el sistema de turnos dispuesto por el Ministerio de Salud fue un verdadero fracaso, la relación con los profesionales nucleados a través de SIPROSA nunca fue peor y hoy mismo se conocieron fallas imperdonables en cuanto a la salubridad del edificio, encontrándose nidos y excremento de palomas en los pasillos del edificio.
Varios de los reclamos tiene que ver con promesas de campaña que no han sido cumplidas, la más complicada de ellas la provisión de viviendas para profesionales, que está lejos de hacerse realidad.
Con todo, y a pesar de todos los problemas pendientes, tanto Randón como Romero pidieron no hacer por ahora declaraciones públicas pero negaron terminantemente que hayan dejado sus cargos.
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