Deportista célebre por sus dotes geniales en otros años y actualmente famoso por sus escándalos, su vida licenciosa, su adicción a las drogas y su verborragia sin par, el ex futbolista Diego Armando Maradona se las ingenia para no perder la popularidad que hoy es la base del sostenimiento de su fortuna económica.
Ávido de figuración, el otrora mejor jugador de futbol del mundo se las ingenió esta vez para recuperar espacio en los medios argentinos justo cuando se juega la Copa América y con ello todas las miradas están puestas en su sucesor, el rosarino Lionel Messi.
Lo malo es que esta vez la figuración de Maradona le jugó muy en contra; por un lado fue descubierto en una flagrante mentira cuando se presentó como “el veedor de la Fifa” en la conflictuada Asociación del Futbol Argentino y antes cuando se oyeron (¿por accidente?) sus expresiones de descalificación hacia el mayor ídolo que hoy tenemos los argentinos en materia deportiva.
Dicen que dicen que alguna empresa que mueve muchos millones de dólares pagó para que Maradona y su “archienemigo” el brasileño Pelé se encontraran y se dieran un abrazo. Dicen que dicen que “por error” un micrófono inoportuno captó cuando Maradona dijo que “Messi no tiene personalidad” para ser líder de su equipo. Esas palabras, dichas cuando la selección se juega una patriada con Messi como conductor, repercutieron en toda la farándula deportiva en tono casi de escándalo y en muchos casos de mal disimulada indignación.
Pero, se sabe, la prensa deportiva argentina no se anima a contradecir ni criticar al astro rey por inadecuado que sea su comportamiento. Hubieron de esperar que fuera Messi el encargado de poner en caja al ídolo de los 80’s para luego tomar parte cada uno en la medida en que su audacia se lo permitiera.
Messi, por supuesto, no se prendió del escándalo y contestó con una altura admirable (“Siempre es bienvenido su consejo”, se compadeció de la grosería de Maradona) y por lo demás, respondió con 3 goles y una actuación superlativa en los 30 minutos que jugó.
Ya estaba el camino abierto, las virtudes de Messi les daban pie a los diarios para “facturarle” a Maradona la personalidad del nuevo Rey. Y así lo hicieron: en primer lugar “La Nación” que apeló al mismo sustantivo, con un titular con destinatario cantado “Un triunfo con la personalidad de Messi”, resumió la tapa del diario.
El deportivo por excelencia, “Olé”, parafraseó al Diego en una de sus sentencias más recordadas, con la foto de Messi festejando: “La zurda no se mancha”, decía, en letras de molde, y otra vez el objetivo implícito del título parecía ser molestar a Maradona.
Más atrevido, “Crónica” se animó a titular “Teléfono Diego”, como si el lucimiento del sucesor fuera motivo de preocupación o frustración para el antiguo dueño de la “10” de la selección.
Un día después “Perfil” sigue echando nafta al fuego; al ensalzar la admirable humildad de la gran esperanza de los argentinos en materia futbolística, avisa en tapa que “Con hechos, Messi le responde a Diego”.
Vuelta de página. Los años pasan y para “el Diego” parece que el tiempo de mimos mediáticos se ha terminado. Para colmo de males, la mentira de Maradona respecto de su nombramiento como “veedor de la Fifa” dejó muy mal parados a muchos periodistas que creyeron a muerte en su incomprensible divagación y hasta se hicieron eco de sus “promesas de campaña”.
Un tiempo parece haberse terminado. Por sus propios excesos, el “Dios” del futbol empieza a caer del olimpo para ser un sujeto más de las polémicas y el tono elevado que a nadie perdona en esta farándula nuestra.
Y con Messi en un momento soñado, parece ser que la situación pinta para renovar el altar o el trono.
Muerto el rey, viva el rey.
(redaccion radiofueguina.com)
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