¿Cuáles fueron los motivos? Según la agrupación, la caída en el consumo y un comprador con «poco poder adquisitivo a esta altura de mes» se sumó a una prudencia mayor en los gastos. La mayor parte de las ventas se concentraron en el viernes 17 y sábado 18, ya que los comercios permanecieron abiertos a pesar del feriado.
El gasto promedio también fue menor: se ubicó en torno a los $480, un 23% por encima del año pasado, por lo que no logró ganarle a la inflación anual. «El consumidor no sólo compró menos unidades de productos, sino que también más económicos», subrayó el informe.
Ningún rubro de los 14 relevados se salvó de la caída durante esta fecha. Los artículos para el hogar y uso personal encabezaron los descensos, con una baja de casi un 14% interanual. El consumo en gastronomía y restaurantes descendió un 11,9%, mientras que la venta de vinos y licores es la que menos cayó: un 1,9% con respecto al Día del Padre de 2015.
Las ventas por el Día del Padre no tenían una caída similar desde junio de 2008, cuando descendieron más de un 9 por ciento, debido al impacto de la crisis internacional en la economía argentina. El año pasado habían subido un 3,9%, luego de una caída del 4,9% en 2014.
Las cuotas, un respiro
Las compras de indumentaria para regalo -que descendieron un 5,3 por ciento- se hicieron principalmente con el programa de Ahora 12, que permite abonar los productos hasta en 12 veces, ya que los montos mensuales de las 12 cuotas sin interés en indumentaria «se hacen más livianos que, por ejemplo, en productos electrónicos». Las remeras, los buzos, los pantalones y los pullovers fueron los más elegidos, como así también los gorros, calzoncillos y cinturones.
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