Después de 32 años de luchar contra la enfermedad de Parkinson, el ex campeón murió el viernes por la noche, dejando atrás una carrera brillante que lo marcó como un ícono del boxeo y uno de los mejores de todos los tiempos.
En las últimas horas su hija contó cómo fueron los últimos momentos del boxeador: «Su corazón siguió latiendo media hora, mientras los demás órganos dejaron de funcionar», contó Hana.
«Nuestros corazones duelen. Pero también somos felices de que nuestro padre sea ahora libre», dijo Hana Ali en un comunicado en su cuenta de Twitter.
Hana recordó cómo toda la familia trató de mantenerse «fuerte» y le susurró al oído: «Puedes irte, estaremos bien, te queremos, gracias, puedes volver ahora con Dios».
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