«Para que Tevez rinda a este nivel, todos los tenemos que acompañar», fue la reflexión de Guillermo Barros Schelotto después del triunfo de Boca ante Bolívar por 3 a 1. El equipo que dirige logró su primer triunfo en la Copa Libertadores y en gran medida fue al buen nivel del Apache.
Tevez volvió a brillar. Estuvo preciso, rápido, encarador y determinante en el ataque. Participó del esquema ofensivo constantemente y se lo notó más cómodo con la presencia de los puntas, Carrizo y Pavón, por ambos lados, y la subida frecuente de los laterales.
A los 25′ convirtió el segundo gol xeneize después de sacarse de encima a dos jugadores y definir con un derechazo potente antes de quedarse sin ángulo. Movedizo y astuto, siempre fue una preocupación para los defensores bolivianos.
En los últimos dos partidos de Boca, ante Atlético Rafaela y Bolívar, Tevez dejó en claro que su nivel mejoró y que se está reencontrando con su mejor forma. Frente al conjunto de Santa Fe también tuvo la oportunidad de marcar y lo hizo dejando la marca de calidad que tienen los jugadores diferentes. Picó la pelota por arriba del arquero en la apertura del marcador del último duelo por el torneo.
La pretemporada y las extensas vacaciones, debido a la desgastante temporada que había tenido el último año, lo alejó del nivel con el que había llegado al club. Fastidioso y autocrítico, Tevez manifestó su malestar por no jugar bien y estar desconectado del equipo. Fue el primero en reconocerlo cuando Boca no lograba encontrar el equilibrio ni los resultados positivos.
Ayer volvió a ser influyente en el ataque xeneize. Ya avisó que su cuerpo no está para recibir los contantes choques de los centros delanteros con los defensores. Necesita menos roce con los rivales y más participación en el perímetro del área. Tevez empezó a ser el de antes, el que llegó a Boca con la ilusión de volver a levantar la Copa Libertadores.
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