Detectives, fuerzas especiales y legisladores estudian cómo frenar una oleada de crímenes que tiene en vilo a la región del Valle Central de California, Estados Unidos.
Las pérdidas se cuentan por millones de dólares y los investigadores dicen estarcerca de desmantelar la red que los tiene en jaque.
¿Tráfico de drogas o contrabando de productos de lujo? No, el objeto de deseo de los ladrones son toneladas de almendras, pistachos y otros frutos secos.
Para aquellos con la tentación de tomarse el problema a la ligera, un dato: 18,5 toneladas de pistachos pueden alcanzar un valor de US$500.000.
Un producto muy deseado
En California se produce el 80% de los frutos secos que se consumen en el mundo.
Su valor en los mercados nacional e internacional se elevó de forma significativa en los últimos años por una combinación perfecta para la industria:
Subió la demanda gracias a los estudios que subrayan sus beneficios para la salud y bajó la oferta a causa de la sequía que azota California desde hace cuatro años.
«No debería sorprendernos que almendras y pistachos se estén convirtiendo en objetivo de ladrones. Quizá no sea el producto más caro para cosechar pero sí durante toda la etapa de cultivo, por la cantidad de agua que necesita», sostiene Adam Keats, del Centro para la Seguridad Alimentaria.
«Son ‘cultivos burbuja’, básicamente insostenibles, y puede ser que el aumento en los robos sea una señal de que la burbuja está a punto de explotar», añade.
Además, hay otros aspectos que los hacen especialmente atractivos para los criminales, le dice a BBC Mundo el alguacil del condado de Tulare, Mike Boudreaux.
«No tienen número de serie ni se tienen que activar en internet con un código», señala Boudreaux. «No se puede rastrear una almendra por la red».
«El producto es fácil de trasladar y la prueba se elimina porque se consume», añade
El alguacil subraya que detrás de estos delitos está un grupo criminal muy organizado que conoce bien cómo funciona la industria del transporte y la agricultura.
Sofisticado sistema de robo
Sólo en 2015 se produjeron 31 robos de cargamentos de frutos secos en el Valle Central de California, región en la que se localizan la mayoría de las industrias agrícolas del estado.
Las pérdidas ese año ascendieron a US$4,6 millones.
Roger Isom, de la Western Agricultural Processors Association, confirma este dato y señala que hay una sensación de impotencia en el sector.
«Éramos muy confiados, algo ingenuos, no habíamos visto este tipo de robos«, le cuenta Isom a BBC Mundo.
«Estábamos acostumbrados a pequeños robos en los que los ladrones se llevaban unos pocos frutos secos en cubos para venderlos en el mercado, pero el robo de cargas completas en camiones, de esta manera, fue un completo shock».
El método que emplean los criminales denota un gran conocimiento de internet y un alto nivel de educación, dicen las autoridades.
El sheriff del condado de Tulare explica cómo se ejecutan los robos:
- Un agente intermediario anuncia en internet que un determinado productor tiene un cargamento de almendras para ser transportado a la empresa que compra la mercancía y pregunta qué transportista quiere hacer el encargo. Aquel con la oferta más barata, gana
- Ahí entran en juego los criminales que hackean la página del broker, mantienen la misma apariencia de la página web pero cambian el número de teléfono y la dirección de destino, sin que al conductor del camión le parezca extraño
- El conductor recoge la mercancía, la lleva a un lugar en Los Ángeles que cree es el sitio legítimo de entrega y llama a un teléfono, que no sabe que es del grupo criminal
- Hace la entrega y se va con la convicción de que en 20-30 días le llegará su cheque por el trabajo realizado
- Ni el conductor cobra por su trabajo (además de perder los gastos de kilometraje y gasolina) ni la empresa recibe el cargamento
- Cuando las fuerzas de seguridad son alertadas, la mercancía lleva perdida 4 ó 5 días en los que los delincuentes han tenido tiempo de redistribuirla y hacer perder su rastro.
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