Ciudad del Vaticano (AICA) – Tras autorizar que las mujeres participen del tradicional lavado de pies del Jueves Santo, el Papa lavará los pies a 12 refugiados de un centro de Roma, el próximo 24 de marzo, en la misa de la Cena del Señor.
Según trascendió el Pontífice quiere dar “un gesto” en un momento especialmente dramático para cientos de miles de refugiados que escapan de guerras y conflictos, muchos de ellos varados en Grecia debido al cierre de fronteras de Macedonia y otros países de la Unión Europea.
En esa línea, a comienzos de mes el Papa celebró “el signo de paz”, que supone la iniciativa desarrollada por el gobierno italiano y las asociaciones humanitarias Comunidad de Sant’Egidio, Federación de Iglesias Evangélicas de Italia (FCEI) y Tavola Valdesa de pasillos humanitarios, que prevé traer 1.000 refugiados sirios a Italia en los próximos dos años.
Francisco cuestionó con dureza las migraciones forzadas y señaló que se trata de una tragedia humana, cuando en febrero visitó México. “Frente a tantos vacíos legales, se tiende una red que atrapa y destruye siempre a los más pobres; no solo sufren la pobreza, sino que además tienen que sufrir todas estas formas de violencia e injusticia que se radicaliza en los jóvenes, ellos, carne de cañón, son perseguidos y amenazados cuando tratan de salir de la espiral de violencia y del infierno de las drogas, y qué decir de las mujeres que han sido asesinadas”, aseguró el pontífice.
La preocupación personal del Papa por los refugiados no es nueva. De hecho, en su primer viaje dentro de Italia, el 8 de julio de 2013, a la isla de Lampedusa, al sur de Sicilia, recordó el drama de los miles de desesperados que mueren en el Mediterráneo.
Por su parte monseñor Angelo Bagnasco, presidente de la conferencia episcopal italiana, denunció este lunes 14 de marzo que desde el inicio del año “murieron 4.200 personas, de las cuales 330 eran niños, esto ¡sólo en el Mar Egeo! ¿Qué espectáculo está dando de sí Europa?”, interrogó.
(Fuente: AICA)
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