El juez Norberto Oyarbide procesó al exvicepresidente Amado Boudou por el delito de «dádivas», al aceptar viajar a la ciudad bonaerense de Necochea, primero en avión y luego en helicóptero, con empresas privadas.
El pedido lo había realizado el lunes el fiscal federal Carlos Rívolo en el expediente en el que Boudou fue indagado por la realización de dos viajes a la Costa Atlántica bonaerense en diciembre de 2011 para asistir a actos políticos.
También fueron procesados los responsables de las compañías que proveyeron esos viajes: Nazareno Natale, de la empresa Alas del Fin del Mundo, y Marcelo Scaramellini, de Ecodyma, así como el exintendente de Necochea Horacio Tellechea.
El juez les puso un insólito embargo de, tan solo, mil pesos.
Rívolo es el fiscal que, en 2012, quedó apartado de la causa de la exCiccone Calcográfica en la que fue imputado Boudou. El ex vicepresidente logró su desplazamiento y también la renuncia del entonces Procurador General, Esteban Righi, a quien acusó en esa ocasión de supuesto tráfico de influencias, así como el apartamiento del juez Daniel Rafecas.
EL CASO
El 17 de diciembre de 2011, la firma Alas del Fin del Mundo ofreció vuelo demostración de su avión Bombardier Learjet 60 XR matrícula LV-CRB. Boudou lo aceptó y viajó hasta Necochea. La empresa aún no contaba con habilitación para vuelos comerciales.
Luego, desde el aeródromo de Necochea, el entonces vicepresidente viajó con un helicóptero Bell 407 Long Ranger matrícula LV-CIB de la firma Ecodyma constructora SA. Boudou se trasladó junto con Tellechea al «Parque Lillo» para asistir al acto de inauguración de la temporada de verano 2011-2012. Participaron también el entonces Director Ejecutivo de la ANSES, Diego Bossio, y el secretario administrativo del Senado de la Nación, Juan Zabaleta, entre otros.
«Fue un viaje institucional y la invitación de parte de Tellechea a Boudou había sido efectuada con dos meses de antelación. Resulta incomprensible la no utilización de alguna aeronave de la flota del Estado o, al menos, de algún servicio rentado prestado», advirtió Rívolo. En ese sentido, expuso que para esa fecha había disponibles dos helicópteros de la flota presidencial: el Sicorsky S-76B, Matrícula H01; y el Sicorsky S-70 B, Matricula H03.
Para Rívolo, es «incomprensible la oferta» por parte de la empresa a funcionarios públicos y sólo Boudou «accedió a la ejecución gratis del mismo».
«Quedó demostrado en autos que ninguno de los traslados señalados fue abonado por parte de los funcionarios públicos como tampoco por parte del Estado nacional, provincial ni municipal», concluyó Rívolo en su pedido
(TN).