Tres líderes de la oposición de Venezuela dijeron el domingo que la coalición opositora habría ganado una mayoría legislativa en las elecciones para renovar la Asamblea Nacional, y habrían roto la hegemonía del chavismo en el parlamento.
A pesar de las afirmaciones del líder opositor Henrique Capriles, de Lilian Tintori, esposa del detenido dirigente Leopoldo López, y de otro líder que pidió el anonimato, aún el Consejo Nacional Electoral (CNE) no había difundido datos oficiales.
Consultados por Reuters, líderes del socialismo gobernante no quisieron hacer comentarios.
Las elecciones legislativas venezolanas, que han generado gran expectación nacional e internacional, avanzaron sin incidentes y una elevada participación, según constató Efe en varios centros de votación de Caracas, mientras la oposición denunció que la cobertura de televisión favoreció al Gobierno.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, uno de los más rezagados en ejercer su derecho al voto, lo hizo en la tarde y llamó a sus conciudadanos a volcarse a los recintos electorales a tres horas del cierre de mesas (22.30 GMT).
«Que nadie se quede sin votar, que nadie se quede en su casa. En familia, en cambote (en masa), abrazados, a pie, en bicicleta, en moto, en burro, como sea a votar, votar y votar», había instado Maduro en una sala anexa del centro de votación.
El presidente calificó de «extraordinaria» la participación registrada en los municipios fronterizos con Colombia bajo estado de excepción, aunque no precisó cuál era la participación total en Venezuela hasta ese momento.
Asimismo, Maduro evocó los 17 años de chavismo y aseguró que «nadie podrá negar» que Hugo Chávez inició «una nueva época», frente a lo que consideró «grandes fraudes electorales» del período anterior.
Los observadores internacionales no reportaron mayores incidencias y tampoco la oposición, aunque esta sí denunció la «autocensura» de las televisiones privadas y el «control absoluto» de las públicas por parte del Gobierno, especialmente del canal estatal VTV.
Hechos llamativos
A falta de incidentes electorales comunes, la atención se centró en dos hechos de mayor relevancia política: la situación del líder opositor preso Leopoldo López, de quien el gobierno anunció temprano que había sido autorizado a votar pero hasta esta noche no estaba claro si pudo hacerlo, y el retiro de las credenciales a seis ex presidentes latinoamericanos que actuaban como «acompañantes» del proceso electoral.
La fiscal general de la República, la oficialista Luisa Ortega Díaz, afirmó esta mañana que López estaba «inhabilitado para el ejercicio de cargos públicos» pero «tiene plena vigencia el ejercicio del derecho al voto», por lo que iba a requerir «que trasladen una mesa hasta el sitio donde le corresponde votar para que pueda ejercer su derecho al sufragio».
La esposa de López, Lilian Tintori, llegó a afirmar en declaraciones a la prensa que «Leopoldo va a votar», pero esta noche dijo que no tenía información sobre si finalmente lo había hecho, mientras el diputado Julio Borges aseguró en conferencia de prensa que «Leopoldo López no pudo votar y tampoco pudo votar ninguno de los presos políticos y de conciencia».
Por otra parte, la presidenta del CNE, Tibisay Lucena, anunció que fueron «definitivamente revocadas» las credenciales de los ex presidentes Jorge Quiroga (Bolivia), Andrés Pastrana (Colombia), Laura Chinchilla y Miguel Ángel Rodríguez (Costa Rica), Mireya Moscoso (Panamá) y Luis Alberto Lacalle (Uruguay).
La decisión fue adoptada luego de que Quiroga reclamara en rueda de prensa el cierre de los centros de votación, se hiciera eco del reclamo de la oposición -que afirmó que fue ignorada durante todo el día por la red de medios estatales y oficialistas- y afirmara que persistía en la jornada electoral ?ventajismo? a favor del sector gobernante.