En Capital Federal se clausuraron preventivamente 7 domicilios dedicados a la actividad textil porque los titulares de los establecimientos no se encontraban inscriptos como empleadores ante el organismo y tenían a sus empleados en negro.
En el taller se confeccionaban prendas para importantes marcas como: DJM, Piel de Judas, Laundry, Marcela Koury, May Piu, Unicle Collection, Kurbash, Batido Express, entre otras.
De acuerdo a lo informado por la AFIP, la Dirección de los Recursos de la Seguridad Social del organismo relevó a 34 personas que se encontraban prestando servicios en el momento de la inspección, aunque en el lugar había 52 máquinas de coser.
En tanto, en Córdoba se desbarató una maniobra de trata laboral encubierta bajo la figura de cooperativa de trabajo, luego del allanamiento de un taller textil donde se encontraron 17 trabajadores no registrados y 30 máquinas de coser activas.
«El taller, administrado por un ciudadano oriundo de Bolivia, quien se identificó como presidente de la ‘cooperativa de trabajo’, empleaba a familias para labores textiles, prometiendo abonarles mensualmente a cada una de ellas cifras que nunca llegaban al bolsillo del trabajador ya que sufrían el descuento de alimentos y medicamentos provistos por el titular del predio», explicó la AFIP en un comunicado.
«Estas familias provenientes de Bolivia trabajaban y convivían hacinados en ambientes precarios en un inmueble colindante al galpón de trabajo, que se encuentra dentro del mismo predio», añadió el organismo y agregó que «la vivienda poseía un baño para ambos sexos y una cocina para todos».
La evasión anual estimada en Seguridad Social supera los 677 mil pesos mientras que las prendas confeccionadas eran comercializadas en Córdoba y Buenos Aires bajo las marcas Cosentina y Muelle 7.
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