El 28 de septiembre de 1966, mientras el príncipe consorte inglés Felipe de Edimburgo se hallaba de visita protocolar en Buenos Aires, dieciocho jóvenes liderados por el militante peronista Dardo Cabo y el nacionalista Alejandro Giovenco se apoderan del control del vuelo 648 de Aerolíneas Argentinas que se dirigía de aeroparque porteño a la ciudad de Río Gallegos y lo desvían hacia las Islas Malvinas.
Una vez en tierra, los integrantes del Grupo Cóndor descendieron del avión y desplegaron siete banderas argentinas. Su plan era tomar la residencia del gobernador británico y ocupar el arsenal de la isla, mientras se divulgaba una proclama radial que debería ser escuchada en Argentina. El objetivo no se pudo cumplir porque el avión, de 35 mil kilos, se enterró en la pista de tierra y quedó muy alejado de la casa de sir Cosmo Haskard.
La nave, además, fue rodeada por varias camionetas y más de cien isleños, entre soldados, milicianos de la Fuerza de Defensa y lugareños armados.
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