La Legislatura de la Provincia confirmó que no tratará durante lo que resta del año ninguna propuesta de reforma al régimen previsional del IPAUSS, accediendo así a las exigencias de un minúsculo grupo de dirigentes sindicales que llevan como cabecilla al representante del gremio docente Horacio Catena.
Después de que algunos legisladores denunciaran que se les impidió el acceso al edificio legislativo, por orden de dirigentes sindicales, otro grupo de parlamentarios se reunieron con Catena y algunos dirigentes afines a él para atender sus demandas y comprometerse a seguir al pie de la letra las imposiciones de los activistas.
De tal modo -y con el presidente ausente sin explicación- el Parlamento Provincial funcionará en base a las órdenes dictadas desde un grupo de sindicalistas, en una actitud rayana en la sedición.
Lo cierto es que solamente nueve legisladores, complacientes con Catena, participará de una sesión en la que se adelantó se enviará a archivo el proyecto de reforma jubilatoria que promovía el Frente para la Victoria. Un hecho insólito, habida cuenta de que no deben existir antecedentes en la provincia de que un proyecto tenga formalmente como destino el archivo aun antes de haber sido tratado. Menos aún si ello es decisión de alguien ajeno a la propia Legislatura.
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