Las actividades en la provincia retornan lentamente a la normalidad luego de cesar la situación de emergencia en la provisión de gas por red desde la planta de San Sebastián.
Aunque rige el asueto dispuesto por el gobierno provincial para las diferentes áreas de la administración pública, la situación es de normalidad en la distribución de gas natural y de electricidad, por lo que han cesado los cortes programados que se llevaban a cabo desde ayer.
“La situación es normal”, informó a Radio Fueguina el jefe de la Usina de Río Grande, ingeniero Walter García. (audio)
En tanto, el Director de la Dirección Provincial de Servicios Sanitarios, Fernando Mansilla, informó que “se recuperó el nivel de reserva de las cisternas”. De acuerdo a los datos de esta mañana el caudal de ingreso es de 320 litros por segundo y hay alrededor de 2000 metros cúbicos en cada cisterna, por ello entendió que “con estos niveles, tenemos una situación normal de abastecimiento en toda la ciudad” de Ushuaia.
El funcionario explicó que “es posible que durante la jornada de hoy, algunos sectores tengan reducción de presión, esto se debe al aire que existe en la cañería, y estamos trabajando para eliminar esta situación, pero queremos transmitir tranquilidad a todos los vecinos porque atenderemos cada uno de los casos y de las situaciones”.
Por otra parte, se adelantó que los establecimientos fabriles que habían debido paralizar sus actividades por la mañana, han sido autorizados a consumir los niveles normales de gas natural, por lo que a partir del mediodía retomaban la actividad conforme a sus esquemas de producción.
A pesar de que no hay restricciones en la generación de energía, el Banco de Tierra del Fuego y las oficinas públicas permanecerán inactivas en virtud del asueto ordenado ayer por la gobernación, al que adhirieron el Municipio de Ushuaia, el Poder Judicial y la Legislatura.
En Río Grande no se adhirió al cese indiscriminado de actividades y se dispuso un “ahorro solidario de energías”, por lo que la actividad es normal en la mayoría de los sectores, aunque permanecen cerrados los gimnasios y las áreas administrativas.
En relación a las razones que motivaron la situación de emergencia, las empresas responsables han mantenido un cerrado silencio sin dar explicaciones a una comunidad a la que han puesto en vilo con sus falencias.
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