El papa Francisco ofició misa este sábado en el santuario de Caaacupé, capital religiosa de Paraguay, y expresó que el acto era para «agradecer, pedir perdón y volver a empezar».
Este «es un lugar de fiesta, de encuentro, de familia. Venimos a presentar nuestras necesidades» también, dijo el papa en una homilía de 15 minutos, precedida de otras manifestaciones litúrgicas, algunas en lengua guaraní.
«Venimos siempre con nuestra vida, porque acá se está en casa y lo mejor es saber que hay alguien que nos espera. Como tantas otras veces, hemos venido porque queremos renovar nuestras ganas de vivir la alegría del evangelio», precisó el pontífice.
Citando tres momentos «difíciles» en la vida de María, Bergoglio aprovechó para reiterar su reconocimiento y admiración hacia la mujer paraguaya, a quien considera «la más gloriosa» de todas.
En parte de su homilía llegó a cambiar el género de los destinatarios de su palabras y utilizó términos femeninos en lugar de los masculinos que figuraban en el texto original.
«Mujeres y madres paraguayas, que con gran valor y abnegación, han sabido levantar un país derrotado, hundido, sumergido por la guerra. Ustedes tienen la memoria, la genética de aquellas que reconstruyeron la vida, la fe, la dignidad de su pueblo. Como María, han vivido situaciones muy pero muy difíciles», agregó el papa Francisco.
Al igual que en su primer discurso, ofrecido el viernes por la noche en la casa de gobierno, el pontìfice llamó a los paraguayos a ser protagonistas.
«Al igual que Jesús, primereen en el amor. Sean ustedes los portadores de esta fe, de esta vida, de esta esperanza. Sean ustedes los forjadores de este hoy y mañana paraguayo», dijo.
El santuario de Caacupé es el lugar central de peregrinación de los católicos paraguayos que se congregan allí cada 8 de diciembre para celebrar «el día de la virgen» con una fiesta religiosa multitudinaria.
Hoy la plaza y los alrededores del templo estuvieron repletos por miles de fieles y curiosos, entre quienes se destacaban muchos argentinos, llegados especialmente a Paraguay para acompañar el acontecimiento de la visita papal.
Más temprano el pontífice visitó el hospital pediátrico «Acosta Ñú» y por la tarde volverá a Asunción para reunirse con representantes de organizaciones sociales y políticas.
Declararon «basílica» al santuario de Caacupé
El santuario de Caacupé, donde el papa Francisco ofició misa, fue declarado oficialmente basílica por El Vaticano, según un decreto divulgado en esa ciudad paraguaya.
Se dio lectura oficialmente al decreto vaticano y el papa procedió luego a bendecir el templo y obsequiar un rosario de oro.
Según explicó el sacerdote local Arnaldo Godoy «para que una sede religiosa sea considerada basílica debe reunir algunos requisitos, entre ellos que la misa sea presida en latín, que sea un lugar de encuentro, de peregrinación, donde acude mucha gente, donde se celebre asiduamente la misa y el sacramento de la reconciliación».
El santuario fue construido en 1765 en la cima de un cerro del mismo nombre desde donde se observa todo el paisaje vecino, incluido el famoso lago de Ypacaraí.
Agenda
El domingo el papa oficiará su segunda misa en Paraguay, en Ñu Guasú, (»Campo Grande», en guaraní), un predio de la Fuerza Aérea Paraguaya en las afueras de Asunción. Para la ocasión, el artista plástico Koki Ruiz construyó un altar con 40.000 espigas de maíz, 200.000 cocos y 1.000 calabazas, un homenaje a los indígenas guaraníes que veneraban a la tierra por ofrecerle esos alimentos.
Se espera que más de un millón de fieles, paraguayos y de países vecinos, asistan a la misa de Ñu Guasú.
El papa arribó el viernes a Paraguay procedente de Bolivia y se reunió con el presidente Horacio Cartes, tras una breve visita a una cárcel de mujeres.
Tras la entrevista con el mandatario en el palacio presidencial, el papa felicitó a Paraguay por sus avances democráticos y económicos, pero señaló que la democracia necesita más justicia social y menos corrupción.
Agencia AP.-
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