El papa Francisco llegó este viernes bajo la lluvia a Paraguay, país donde concluirá el domingo su intensa gira por sudamericana luego de visitar Ecuador y Bolivia.
El avión del papa aterrizó hacia las 14.47 locales (18.43 GMT) en el aeropuerto Silvio Pettirossi, aledaño a Asunción, y antes de subir al papamóvil para trasladarse a la capital se le ofrecerá una ceremonia festiva con bailes típicos de jóvenes.
Esperado por el presidente Horacio Cartes, Francisco descendió del avión bajo un aguacero sin protegerse por un paraguas hasta que estrechó las manos de las autoridades paraguayas.
Un coro de niños cantó los himnos nacionales de Paraguay, entonado en guaraní, lengua oficial en este país además del castellano, y del Vaticano.
Francisco, de 78 años, se encuentra de gira por la región desde el domingo pasado cuando llegó a Quito. Para llegar a Paraguay sobrevoló su natal Argentina, de donde han llegado cientos de miles de compatriotas para asistir a dos de las mismas previstas en su estadía paraguaya.
Despedida de Bolivia
Su última actividad pública en Bolivia fue una visita a la cárcel de Palmasola, la más hacinada y peligrosa del país, ubicada en una especie de ciudadela en Santa Cruz de la Sierra, en la que defendió la reinserción de los presos en la sociedad.
Francisco se despojó de todos los oropeles de pontífice y enfatizó: «Reclusión no es lo mismo que exclusión, que quede claro, porque la reclusión forma parte de un proceso de reinserción en la sociedad».
El Sumo Pontífice caminó lentamente en un amplio patio del recinto, donde era aguardado por 2.800 presos y sus familiares. Abrazó a todos y besó a niños en brazos. Detrás de él, personal del Vaticano repartía rosarios mientras una delicada melodía cristiana acompañaba su paso.
«El que está ante ustedes es un hombre perdonado. Un hombre que fue y es salvado de sus muchos pecados. Y así es como me presento», les dijo. «Recen por mí. Recen, también hice mis errores. Yo también necesito penitencia», agregó.
Antes de acudir a la cárcel, el Vaticano informó que el Papa visitó a la virgen patrona de Bolivia, a la que le donó las condecoraciones que recibió de manos del presidente Evo Morales.
Es sabido que el Santo Padre no acepta ningún tipo de distinción. Aunque no se especificó nada sobre el polémico Cristo crucificado sobre la hoz y el martillo, que también recibió de regalo de parte del presidente boliviano.
Perdón en nombre de la Iglesia
Francisco lanzó el jueves un histórico pedido de perdón en nombre de la Iglesia por los crímenes cometidos contra indígenas durante la conquista de América, en una jornada marcada por su apoyo a reivindicaciones sociales, que lo llevaron a ser llamado «papa revolucionario».
«Pido humildemente perdón, no sólo por las ofensas de la propia Iglesia, sino por los crímenes contra los pueblos originarios durante la llamada conquista de América», dijo el primer papa latinoamericano, ante una cumbre de movimientos populares.
Durante su estancia en Bolivia, el Pontífice hizo hincapié en la labor social de la Iglesia católica y en la defensa del medioambiente, y abordó asuntos puntuales como el capitalismo o la inclusión de los pobres.
«Digámoslo sin miedo: queremos un cambio», clamó el Papa en alusión al libre mercado. Francisco sustentó que «este sistema ya no se aguanta, no lo aguantan los campesinos, no lo aguantan los trabajadores, no lo aguantan las comunidades, no lo aguantan los Pueblos… Y tampoco lo aguanta la Tierra».
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