Cuatro años después de su muerte, el legado de la voz blanca del soul sigue presente. El genio de Amy Winehouse era indiscutible. Su imponente voz, su sensualidad al cantar y unos temas directos e hirientes hicieron de ella una gran estrella en un tiempo récord, tan rápido como su desaparición.
El 23 de julio de 2011 el mundo se sorprendía con la muerte de la famosa y joven cantante. En «Amy», un nuevo documental sobre su vida, sus amigas de la infancia (Juliette Ashby y Laurent Gilbert), su primer representante, Nick Shymansky, sus padres, su marido, Blake Fielder-Civil, y ella misma, revelan testimonios que nos hacen conocer diferentes momentos de su realidad.
Hoy, en un nuevo aniversario de su desaparición del mundo físico, recordamos a la Amy cantante, el rol que más feliz la hacía.
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