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Para el gobierno de Chaco hay indigentes que «se sienten cómodos» comiendo en basurales

El secretario de DDHH explicó que las personas sin techo retornan a los basurales pese a la asistencia del Estado porque está «culturalmente aceptado por ellos mismos».

En una definición que será muy discutida, el secretario de Derechos Humanos de Chaco, Juan Carlos Goya, explicó que la población en situación de calle que acude a comer en los basurales del distrito lo hace porque “está aceptado culturalmente”.

Consultado por una denuncia sobre una familia que comió de un contenedor de residuos urbanos en el barrio España, en Resistencia, Goya indicó que se trata de una actividad habitual en la ciudad a pesar de la asistencia alimentaria que otorga el gobierno provincial.

“Permanentemente buscamos personas en los basurales, le damos seguridad alimentaria y albergue, y luego retornan a esta actividad. Hasta culturalmente están aceptadas por ellos mismos estas situaciones. No (depende) solamente de la voluntad del Estado sino de una complejidad cultural de larga data que cuesta muchísimo revertir”, expuso el funcionario del gobernador Jorge Capitanich.

En diálogo con radio Facundo Quiroga, Goya fue más allá en su diagnóstico y afirmó que los indigentes que van a buscar comida en los contenedores “se sienten cómodos” en esas circunstancias. “Parece terrorífico, pero nos toca muchísimo. Muchas de las personas tienen serias perturbaciones mentales. El Estado tampoco los puede retener salvo para dar contención humana. Son personas libres”, sostuvo.

Chaco es una de las provincias más castigadas por la pobreza estructural. Al igual que ocurre con los datos nacionales, el acceso a la información sobre la población vulnerable resulta prácticamente imposible, ya que los índices de pobreza e indigencia dejaron de publicarse en 2012. Asimismo, las cifras de desempleo están distorsionadas por el trabajo no registrado y los planes sociales, que suelen tomarse como dato de actividad laboral.

Pese a las dificultades en el el diagnóstico que fueron autoinfligidas, en el oficialismo provincial son optimistas. “Ayer hablaba sobre esto con un amigo. Cuando éramos pibes en Resistencia, teníamos en cada esquina un grupo de indigentes y personas en situación de calle. Hoy no llegan a doscientas las personas con situaciones familiares muy bien determinadas y que no podemos sacarlas de la calle”, sostuvo Goya.

Aún así, el secretario de Derechos Humanos se comprometió a comunicarse con la ministra de Desarrollo Social, Marta Soneira, para dar respuesta a la problemática. Mientras tanto, la Defensoría del Pueblo chaqueña inició las tratativas para solicitar el cierre de los basurales a cielo abierto de los barrios Margarita Belén y Colonia Benítez en respuesta a la preocupación ambiental y sanitaria de la zona.

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