Gabriel (Diego Peretti) es un hombre separado que tiene una hija de ocho años, Sofía (Guadalupe Manent), que es el centro de su vida. No busca relaciones nuevas y pone toda su energía en su trabajo y la nena. Pero la llegada de Vicky (Maribel Verdú), una mujer a la que conoció años atrás y se convirtió en su amor platónico, cambia todo.
Ella es hermosa, independiente, desenfadada y también siente amor por él. Antes de comenzar una relación ella le aclara que no soporta a los niños y le pregunta si tiene hijos, a lo que Gabriel miente que no. A partir de ese momento, su vida se transforma en un infierno tratando de ocultar a Sofía de Vicky y a Vicky de Sofía.
Esta es la trama de «Sin hijos», la flamante película del realizador Ariel Winograd que en 2006 sorprendió a todos con «Cara de queso”, su ópera prima y volvió a mostrar su capacidad para la comedia con «Mi primera boda” (2011, con Natalia Oreiro y Daniel Hendler).
Durante una revista para un diario de Cuyo, contó como nació la idea de realizar esta película. «Cuando terminé de hacer Vino para robar, Juan Vera, de la productora Patagonik, me preguntó si me interesaba el proyecto. Leí la primera versión y me interesó bastante. Además quería probar con otro tipo de comedia. Obviamente repetir las cosas que a mí me gustan, pero jugar con nuevas. En este caso me parece que pude hacer algo distinto que en mis otras películas», indicó Winograd.
Ahora es el turno de la recién estrenada aquí «Sin hijos», recibida elogiosamente por la crítica de todo el país.
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