El ingeniero noruego Terje Lade, director de la compañía Lade AS, ha ideado un novedoso buque de carga de gran tonelaje cuyo casco presenta una configuración especial para aprovechar el viento como fuente de propulsión.
Según Lade, este tipo de embarcación híbrida ecoeficiente (también emplea gas) podría contribuir a reducir notablemente el consumo de combustible de forma global, ya que el barco es el medio por el que se transporta el 90% de las mercancías en todo el mundo.
En esencia, los ángulos en los que está dispuesto el casco de este navío, que forma parte del proyecto Vindskip, hacen que funcione como una vela, impulsándolo adelante a una velocidad máxima de 35 km/h. No obstante, integrará un motor de gas natural licuado que le permitirá maniobrar en mar abierto y mantener su velocidad aun cuando la fuerza del viento disminuya.
Los técnicos de Lade estiman que gracias a esta estrategia, la nave, que podría estar lista en 2019, emitirá un 80% menos de dióxido de carbono que una actual de características similares y consumirá el equivalente a un 60% menos de combustible.
Además, un equipo de investigadores del Centro Fraunhofer de Logística y Servicios Marítimos, en Hamburgo, ha desarrollado un sistema informático que establece la ruta óptima que debe seguir a partir de distintos factores, desde el diseño de la propia embarcación hasta las previsiones meteorológicas e incluso la altura de las olas que podría encontrarse. La idea es reducir aún más el consumo de carburante y, de este modo, también los costes.
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