La Rada Suprema de Ucrania (Parlamento) dio un paso fundamental para que el país puede ingresar a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan), al votar la renuncia al estatus de Estado no alineado y modificar las leyes que le impedían sumarse a bloques militares.
De inmediato, Rusia advirtió que con ese paso, Ucrania se convierte “en un enemigo potencial”, al tiempo que creó, junto con otras cuatro naciones exsoviéticas, una nueva alianza económica destinada a reforzar su integración.
Las enmiendas legislativas ucranianas fueron propuestas por el propio presidente, Petro Poroshenko, y aprobadas por los votos de 303 diputados.
El documento incluye una norma sobre el fortalecimiento de la cooperación con la Otan “para cumplir con los criterios necesarios para ser miembro de esta organización”.
“La agresión de Rusia contra Ucrania, la anexión ilegal de su república autónoma de Crimea (…), la intervención militar en las regiones orientales de Ucrania (…) explican la necesidad de buscar garantías más eficaces de independencia, soberanía, seguridad e integridad territorial de Ucrania”, rezaba el proyecto de ley.
Esta movida ucraniana, a la que se oponía el destituido presidente Viktor Yanukovich, también es rechazada de forma terminante por Rusia.
El primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, advirtió que “se trata de una solicitud de ingreso en la Otan, que convierte a Ucrania en un enemigo potencial de Rusia”.
Al mismo tiempo, Rusia y otras cuatro naciones completaron la creación de una alianza económica, pero el grupo ya mostró indicios de fractura, cuando el líder de Bielorrusia criticó duramente Moscú.
La llamada Unión Económica Euroasiática –Rusia, Bielorrusia, Kazajistán, Armenia y Kirguistán– nacerá formalmente el 1° de enero. Además de promover el libre comercio entre sus integrantes, coordinará sistemas financieros de los países miembro y regulará sus políticas industriales y agrícolas, junto con los mercados laborales y las redes de transporte.
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