La Agencia Meteorológica nipona (JMA) declaró la alerta por precipitaciones a las 4.15 horas local, una hora más tarde de que los bomberos recibiera los primeros avisos.
Cuando las autoridades empezaron a reaccionar ya se habían registrado varios casos de personas que quedaron enterradas vivas o arrastradas por crecidas de canales y ríos.
En solamente tres horas cayó el agua equivalente a la que se recibe normalmente en todo un mes de agosto en esta región montañosa en la que se registraron en 24 horas 243 milímetros, lo que causó inundaciones y violentos desplazamientos de tierra.
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