«He venido insistiendo en que se deben buscar mecanismos, eso sí, técnicamente sólidos y sustentables, que permitan resguardar al 93% de los tenedores reestructurados, y mecanismos alternativos, procurando un nuevo lugar de pago, que permita que los pagos de los vencimiento se hagan efectivos», sostuvo el ex titular del Palacio de Hacienda y miembro del equipo económico del Frente Renovador, Roberto Lavagna.
Con estas palabras, el primer ministro de Economía de Néstor Kirchner que propuso la primera reestruturación de la deuda externa se mostró parcialmente en coincidencia con la intención de Cristina Kirchner, que esta semana giró al Congreso un proyecto llamado «Ley del pago soberano local» para atender a las demandas de cobro de los tenedores de títulos.
Actualmente, los bonistas reestructurados están imposibilitados a acceder del capital depositado por el Gobierno argentino, luego de que la justicia norteamericana congelara esos fondos que gestiona el Bank of New York Mellon (BONY) ante el fracaso del acuerdo de pago a los holdouts.
En diálogo con el diario Perfil, Lavagna planteó que su propuesta de generar mecanismos alternativos para saldar los vencimientos que corresponde a los bonistas reestructurados dejaría«de manifiesto la voluntad y la capacidad de pago del país».
«Los errores de las autoridades argentinas en la negociación con los fondos buitre fueron muchos y severos. A su vez, el fallo del juez Thomas Griesa en favor de una ínfima minoría es de cumplimiento imposible sin afectar a la mayoría», planteó en la entrevista.
De esta manera, el ex funcionario salió de su sugestivo silencio inicial, luego de que se dio a conocer la iniciativa parlamentaria del Ejecutivo, y que había motivado especulaciones sobre un presunto desacuerdo con el líder del Frente Renovador, el diputado y precandidato a Presidente de la Nación, Sergio Massa, quien rechazó la propuesta del oficialismo.
Sin embargo, desde el Frente Renovador aseguran que Lavagna participa de la elaboración de la estrategia del equipo económico de Massa. «Hubo una primera reunión de equipó técnicos y económicos en la que las definiciones de Lavagna fueron el eje de los análisis. Se consideró que es necesaria una ley, pero el proyecto del Gobierno tiene errores en los aspectos jurídicos e instrumentales, por lo que vamos a presentar un memo con un ordenamiento de las propuestas», explicó el economista Miguel Peirano al mismo matutino.
Con Sergio Massa a la cabeza, el Frente Renovador propuso esta semana un proyecto alternativo al oficial, que consiste en fijar «un menú de jurisdicciones» para pagarle a los tenedores de bonos que entraron en los canjes de 2005 y 2010.
El objetivo es acordar una propuesta con la oposición y llegar un «consenso político» para garantizarle a «aquellos fondos que no pueden cambiar la sede de pago y elegir a la Argentina«.
Para Lavagna, es preciso «llegar a soluciones que busquen cerrar con la totalidad de los acreedores no reestructurados», algo que el Gobierno, por momentos, parece rechazar. En varias oportunidades, Cristina Kirchner y funcionarios del Gabinete rechazaron la idea de que los fondos buitre cobren más de lo acordado con el 93 de los tenedores de títulos, incluso tras el fallo de la Corte Suprema estadounidense, que ratifica las sentencias previas de Griesa.
«Los desequilibrios económicos de la Argentina son previos al fallo y es necesario que las autoridades comiencen a trabajar con seriedad sobre los mismos«, concluyó el ex funcionario.
En 2005, cuando Lavagna estaba a cargo de la cartera de Economía, se lanzó la operación del primer canje de la deuda en default, cuando logró una adhesión del 76,15% de los bonistas.
Fuente: Infobae
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