Duramente fustigada por la prensa especializada y por gran parte de los rockeros más tradicionales, la banda comandada por el genio inolvidable de Federico Moura fue pionera en el difícil arte de “entretener” sin dejar de lado la “seriedad” en su propuesta musical, poética y estética.
En charla con Télam, Marcelo Moura recordó el duro camino que el grupo debió recorrer en su intento por inaugurar “la era de la modernidad”, en épocas en donde bailar estaba prohibido en el rock vernáculo.
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