El así llamado ‘derecho al olvido’ fue reconocido por la más alta instancia judicial europea el pasado mes de mayo. La decisión implica que el buscador está obligado a retirar resultados de búsqueda a petición de un ciudadano si los sitios web a los que enlaza incluyen datos personales del solicitante. A fin de cuentas, supone el derecho a borrar nuestro «rastro» en la Red.
«Esta semana estamos cumpliendo con las peticiones de retirar información que hemos recibido», ha afirmado un portavoz de Google este jueves. «Es un nuevo proceso para nosotros. Cada petición tiene que ser atendida de forma individual y estamos trabajando lo más rápido posible para atender la cola de solicitudes», añade.
La compañía ha recibido unas 41.000 peticiones en los últimos cuatro días después de que pusiera en marcha una herramienta, disponible en varios idiomas, para pedir a Google eliminar los resultados perjudiciales para la imagen del internauta.
El reconocimiento al ‘derecho al olvido’ fue resultado de una larga batalla de un ciudadano español, Mario Costeja. El caso se remonta a 1998, cuando un periódico insertó un anuncio de una subasta de inmuebles relacionada con un embargo. En el anuncio se mencionaba a Mario como propietario de esos inmuebles.
La agencia francesa ReputacionVIP también ha confirmado que el cumplimiento de la decisión europea por parte de Google. Así, según ha confirmado Bertrand Girin, jefe de la compañía, «varias páginas han eliminado referencias». Además, al realizar una búsqueda de un nombre propio en Google, el buscador no muestra algunos resultados y aparece un mensaje que dice: «algunos resultados pueden haber sido suprimidos conforme a la ley europea sobre la protección de datos».
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