WhatsApp es el servicio de mensajería con mayor cantidad de usuarios en el mundo: supera los 450 millones y suma a razón de 1 millón por día, los cuales envían unos 20.000 millones de mensajes anuales, igualando el tráfico de SMS a nivel global. Fue creado en Estados Unidos por Jan Koum, un inmigrante ucraniano que en la actualidad tiene 38 años, y Brian Acton, quienes dejaron Yahoo para desarrollar su propia empresa, la que hoy cuenta con unos 100 empleados (es decir, entraría en la categoría de pequeña-mediana, Pyme). ¿Por qué “vale” entonces 19.000 millones de dólares? ¿Por qué Facebook cree podría haber pagado eso, o más? Si no se trata de un desarrollo tecnológico revolucionario, entonces, ¿qué compró Mark Zuckerberg?
La respuesta es simple y reveladora a la vez. Nos compró a nosotros, los usuarios. Nuestros datos y nuestra libreta de contactos han sido adquiridos por esa escalofriante cifra de dinero, un hecho que debería hacernos reflexionar sobre el poder que tenemos como consumidores de este tipo de servicios y de redes sociales.
Buenas alternativas
Lo más recomendable como usuarios es utilizar distintos servicios de diferentes empresas, para así repartir el poder que les otorgamos al acceder a nuestros datos personales y a nuestras interacciones.
BBM: es uno de los pioneros y acaba de extenderse a todas las versiones de Android, por lo cual puede ser utilizado desde prácticamente cualquier smartphone. El tráfico de mensajes sucede a través de los propios servidores de BlackBerry, lo cual agrega una capa de privacidad y seguridad. Además, BBM permite realizar llamadas de voz, un servicio que WhatsApp planea incluir en las próximas semanas.
Line: el servicio nacido en Asia ya ha superado los 300 millones de usuarios en el mundo y se ganó un lugar promocionando sus graciosos stickers. Line aprovechó la reciente caída de servicio de WhatsApp para difundir un comunicado en el que asegura que la comunicación utilizando su servicio es confiable, segura y privada, recuerda que nunca ha sufrido la caída de su sistema y destaca que entrega una clara notificación de mensaje leído.
Telegram: es la última gran aparición entre los mensajeros. Se diferencia de WhatsApp en que permite formar grupos de hasta 200 participantes (contra 50 del líder). Además , puede ser utilizado tanto desde móviles como desde PC, aunque su punto distintivo es el cifrado de los mensajes en la nube, lo que es útil para acceder desde distintos dispositivos. Además, permite charlas secretas con autodestrucción programada (con ella, los mensajes desaparecen de ambos equipos una vez que han sido leídos). Durante el fin de semana en el que WhatsApp sufrió la caída de su servicio, Telegram registró 5 millones de nuevos usuarios.
Positivo
Confiabilidad. Más allá de la transitoria caída de servicio que WhatsApp sufrió hace pocos días, el mensajero está entre los más confiables y estables.
Velocidad. Siempre dependiendo de la congestión de las redes móviles, el envío y recepción de los mensajes se concreta en escasos segundos.
Estamos todos. Un tema fundamental. La verdadera utilidad de un mensajero instantáneo está determinada por su masa crítica de usuarios, lo cual se traduce en que al instalar la aplicación en el smartphone aparecen conectados gran parte de nuestros contactos.
Negativo
Manejo de datos. Si bien tanto los antiguos como los nuevos dueños de WhatsApp se esmeraron en asegurar que este servicio seguirá funcionando independientemente de Facebook, bien podría suceder que le aporte datos a la mayor red social sobre nuestras interacciones más frecuentes, información siempre útil para adaptar los algoritmos que nos muestran las actualizaciones de nuestros contactos en esa red (y también las publicidades).
Concentración. Más allá de lo afirmado por sus ejecutivos, existen pocos impedimentos para que se utilicen y crucen los datos de los usuarios (todos damos nuestro consentimiento cuando aceptamos las bases y condiciones). En este sentido, es poco recomendable otorgarle semejante poder a una sola compañía, llámese esta Facebook, Google o Microsoft.
Comentarios