La CGT Azopardo y la Azul y Blanca, ambas enemistadas con la Casa Rosada, ratificaron hoy la realización de un encuentro dentro de 10 días para el que lanzaron una inusual convocatoria que incluye, entre otros, al sindicalismo afín al Gobierno. El llamado se anunció tras una reunión que mantuvieron representantes de ambas centrales, entre ellos sus propios líderes: el camionero Hugo Moyano y el gastronómico Luis Barrionuevo.
«Sin exclusión de ninguna clase invitamos a todos esos sectores porque buscamos preservar la paz social, la seguridad, la lucha contra la inflación, paritarias libres y aumento a los jubilados», aseguró Carlos Acuña.
El llamado incluye a la CGT del metalúrgico Caló, quien desde las elecciones tiene problemas para mantener «la tropa» en orden, bajo el paraguas del kirchniersmo. También a los posibles candidatos para 2015 que tiene el Partido Justicialista, a la Unión Industrial Argentina y a la Federación Agraria.
La cita ocurre a las puertas de las paritarias, que con los comentarios que surgieron en los primeros días del año ya prometen ser conflictivas. De concretarse, llevaría un enorme dolor de cabeza al Gobierno, que teme que los números que baraja para los aumentos que salgan de las negociaciones se vean condicionados por una «unidad en la acción». Es que si algo puede hacer que el sindicalismo supere sus diferencias es el reclamo salarial.
Semanas atrás el massismo hubiera estado en condiciones de exhibir la fotografía que saldrá del encuentro como un triunfo. Junto al industrial José Ignacio de Mendiguren, o el propio Sergio Massa si es que finalmente asiste al encuentro, aparecerían Moyano y Barrionuevo. Sería toda una señal, sin duda. Pero en los últimos días el camionero cambió los gestos hacia el tigrense por el silencio, y su hijo Facundo puso paños fríos a una posible alianza. El líder gastronómico, por su parte, sigue poniendo huevos en distintas canastas, y por ahora el principal acreedor de su cosecha parece ser el cordobés José Manuel de la Sota.
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